martes, 14 de junio de 2016

Anexo: Personajes.

Una historia no es nada sin unos personajes. Personajes que le dan vida, que te transportan a miles de lugares y te llenan con una gran variedad de sentimientos e ideas que pueden hasta cambiar tu forma de ver las cosas que te suceden. Un libro, una historia no es mas que la llave que abre la puerta al siguiente mundo.

Por ello, aquí os iré poniendo tanto la descripción como parte de la historia de los personajes, su pasado, sus vivencias y sus razones para ser así. Esto facilitará conocerles, imaginarles e incluso reflejaros con ellos.

(Oh y recordad que muchos de los personajes estan basados en amigos o en personas que conozco, el resto son parte de mi)

Empezaremos con el italiano casanova Beppo:

Apariencia:

Conocido como Beppo, su nombre completo es Beppo D'Argento. Procedente de una pequeña ciudad comerciante de Ragusa (Sicilia). Es hijo único de la familia mafiosa de la ciudad, dirigida por el cabecilla Gusso D'Argento (39 años) del cual ya hablaremos. Grupo sanguíneo A+, cumplió sus 23 años el pasado 28 de Abril.

Su hobby, principalmente son los juegos de azar, aunque también es un cocinitas. Le encanta la comida extranjera, el mar y sobre todo la comida casera. Odia la inpuntualidad, los sitios nuevos y le ponen muy nervioso las mujeres. Aun pareciendo el típico malo, sabemos que tiene su corazoncillo y sus razones para serlo, pero si alguien esta en peligro sin motivos, no podrá quedarse de brazos cruzados.

Su apariencia es muy pulcra y detallada, lleva un sombrero blanco con una rosa. Su camisa blanca ajustada al cuerpo a juego con el sombrero y, en los hombros una chaqueta del mismo color con los botones de las mangas dorados. Unos pantalones blancos tersos y unos mocasines marrones terminan este conjunto. Añadir también que lleva una corbata fina roja carmesí, si seguimos bajando nos encontramos en el bolsillo izquierdo del pantalón, sobresaliendo, la cadena de un de reloj de bolsillo dorado. En sus manos un anillo plateado, con el símbolo de la familia, en el dedo corazón de su mano izquierda.

En su oreja derecha un pendiente, y en la izquierda los típicos tres pendientes dorados que aumentan su apariencia "malote"

Decir también que suele llevar siempre una cajetilla de cigarros, tabaco del barato por supuesto. En la cajetilla podemos ver la figura de un Koala agarrado a una rama, figuren ustedes el nombre de la marca.

Su tez oscura hace contraste con sus ropas, el peinado revuelto hace que sobresalga un poco su pelo por debajo del sombrero. Es alto, metro ochenta casi noventa y delgado con unas piernas bastantes largas.

Su sonrisa es indispensable en su rostro, si quieres saber si Beppo esta cerca tuya, solo debes oler el tabaco malo y escucharlo cantar: "Y así es, Beppo el conquistador..."

"Considero a Beppo un astrólogo, ya que no importa el tiempo que pase o el lugar en donde esté, nunca dejará de buscar a su estrella..."

Historia:

Calmado y sereno nació en el hospital de Ragusa. Sorprendió mucho a los médicos y enfermeras que estaban presentes pues después del primer llanto, no volvió a soltar una lagrima mas. Siempre sonriendo y con los ojos bien abiertos. Su niñez fue como la de todos, no se vio influenciada directamente por el "trabajo" de su padre pero si que tenia más caprichos que los demás. Con 9 años se metió en una pelea contra chicos de cursos superiores, los cuales estaban molestando a una gato callejero. La lucha se volvería a repetir años mas tarde pero esta vez por una dama. Los ayudantes de su padre le ayudaron pero, aun así, el orgullo de Beppo se vio altamente dañado por lo que desde ese momento decidió luchar sus propias batallas. Pasaron los años y Beppo se vio obligado a entrar en el trabajo familiar debido a la débil salud de su padre. Con 15 años ya sabia manejar todo tipo de armas y desenvolverse en el combate, no sucedía lo mismo en su vida amorosa. Huyo del altar 3 veces, las dos ultimas de la misma persona Jeanne Duval, la misma chica que salvó años atrás. Ella no consentía esa actitud por lo que le perseguía constantemente junto al resto de la ciudad. Debido a ello, Beppo pidió el traslado, o lo que es lo mismo, una misión al lugar mas lejano que su padre le pudiera dar. Gusso así hizo, encargándole que marchara a unos archipiélagos cerca de Malasia, una aldea al otro lado del monte Kinabalu. Parece ser que alli estaban haciendo trafico de personas, raptos y demás acciones no bien vistas. Su misión era colarse dentro y esperar al informador.

Sin pensarlo dos veces Beppo cogió sus cosas y se subió al avión que lo llevaría a su destino. El paisaje era precioso, el monte esta constituido por cuatro hábitat dependiendo de su altitud. El pueblo parecía sencillo y humilde, los aldeanos eran todos personas mayores, un poco hurañas y rechazaban a los extraños. Pasaron los días y la información se contrastó, cientos de vehículos llegaban a la ciudad cargados de personas, mayoritariamente niños de cualquier edad, incluso bebes. "¿Pero que coño están planeando?" ,- pensaba Beppo.

No se sabe exactamente el tiempo que tardó Beppo en ganarse su confianza pero por fin estaba dentro, tuvo que ver cosas horribles incluso colaborar en ellas lo que le convertiría en cómplice y le haría congelarse le el corazón hasta el punto de apenas tener sentimientos. Estaban marcando a los niños como ganado, dos bebes tenían una marca, una especie de tatuaje y ellos estaban intentando replicarlos en las demás personas pero sin apenas resultado. Pocos sobrevivían, morían de formas espantosas y crueles, los que sobrevivían, lo hacían durante poco tiempo y casi en estado vegetal. Parece ser que el tatuaje tenia poderes o era una especie de sello que mantenía encerrado algo o servia para otra cosa, todo este asunto era demasiado espinoso y lioso para Beppo, el cual por fin consiguió encontrarse con el informante.

Melannie Jones, una pueblerina que también colaboraba con el grupo de la misma forma que Beppo. Como pudo y para no verse implicada y poner en peligro a su hija (la cual había cogido cariño al italiano) le explico la situación:

"Hace unos años un magnate de los negocios llego a la isla para pasar sus vacaciones. Por ende se entero de la leyenda, de la mujer y la luna y del gran tesoro que había oculto. Compró al cura y al alcalde para que le informaran mejor y así descubrió el sello que están intentando copiar. En tierras lejanas, un hombre recibió un gran poder de un ser divino, siendo oscuro y puro a la vez. Dicho hombre también conocía la historia y quiso salvar lo poco humano que quedaba en la mujer y así hizo, rescatándola y formando una familia con ella. De esta pareja nacerían dos criaturitas rebosantes de poder, pero marcadas por el embrujo de la luna que aun persistía. Lamentablemente, tanto la mujer como sus hijos fueron raptados y convertidos en meros conejillos de indias. Ella murió ayer, y sus hijos son esos pobres bebes que antes has visto. El sello no puede ser copiado tal como así, y si se logra y no eres el recipiente adecuado, tu cuerpo se ira destruyendo poco a poco, así que por favor... ayúdanos. Creen que solo los pueblerinos pueden ser recipientes, no quiero que cojan a mi niña..."

Terminó el relato llorando en el pecho de Beppo, inmóvil temiendo por el destino de su hija.

Pasaron los días y, como toda historia trágica, Melannie, su marido y todos los que no colaboraron en el secuestro de los niños del pueblo fueron asesinados sin piedad, dejando a sus hijos en manos de estas bestias. A la noche, se iba a realizar otra sesión para intentar copiar el símbolo, apenas quedaban 2 niños sin contar a los bebes. Uno tenia mitad del símbolo mal dibujado y apenas tenia expresión en su cara, era serio y despreocupado como si no le importase el frío camino que estaba por alcanzar. A su lado, la hija de Melannie, de tez pálida pero de sonrisa resplandeciente.

Beppo no podía soportar esto, eran solo críos, críos por los que medio pueblo había luchado y sacrificado. Sus familias habían muerto o estaban buscándolos al otro lado del mar. Esa noche, debía actuar. El oscuro manto corrió por todo el cielo dejando solo unas pocas estrellas para alumbrar la noche. El ritual, por llamarlo de alguna forma, se realizaba en el monte, en una vieja iglesia que tenían como cobijo. Estaban todos allí reunidos, menos los altos cargos, sin contar a Beppo que había conseguido alcanzar grandes logros y afianzarse dentro de los hombres de confianza del magnate.

Cura: Lucca, levantate y ve al altar como siempre, hoy terminaremos tu tatuaje.-dijo con un tono frio y seco, como si aquello que la religión defendía lo hubiera perdido. Luego seguiremos con la niña, con Ar...,- antes de que pudiera terminar Beppo se adelantó abofeteando le.

Al ver Beppo la cara de sufrimiento del muchacho y la de miedo de la niña, esos ojos brillando en la noche como diciéndole: Sálvame. No pudo aguantar más, y de rápidos golpes con la culta del arma se libro de unos pocos. Una ráfaga de disparos recorrían toda la zona, quedando nada más que el cura, los 2 "jefes" de allí, Beppo y los niños.

!¿Quien me mandaría a mi hacerle caso y coger cariño a una mujer?¡.- decía guardando sus armas y corriendo hacia ellos con unos puños americanos. La lucha fue sensacional, y aunque recibió bastantes golpes y heridas consiguió vencerlos y quedarse a solas con el cura.

Cura: Demasiado tarde maldito traidor, ¿no era esto lo que defendias?,- dijo preparandose para implantar el tatuaje en la niña.

Pero, como en toda historia de héroes, nuestro italiano corrió para salvarla cogiéndola y poniéndola junto a su pecho recibiendo él el tatuaje en la nuca y el cura lo que se merecía, la muerte. Muerte no realizada por Beppo cabe decir, Lucca lo mató con una de las agujas que usaban para tatuar yéndose lentamente a otra parte.

Fue en ese instante cuando recordó las palabras de Melannie sobre los efectos del tatuaje, pero al ver la sonrisa mientras lloraba de la niña, recordó que todo héroe debe tener un motivo para luchar. De camino a casa tuvieron una charla en la que se podría decir que se estableció el nuevo destino...

-Aunque la transcripción sea correcta, leedlo con tono de niña y con los típicos impedimentos al hablar de vuestra niñez, sigue siendo una niña de apenas 5 años-

Niña: ¡Beppo estas herido estas sangrando¡,- decía entre lagrimas la joven.

Beppo: -exhausto- No seas idiota, esto no es nada. Además... ahora vamos a juego, yo con mi pecho rojo y tu con tu bufanda. Duerme que pronto llegaremos a casa.

Con suerte la niña pudo olvidar, con los años benideros, tal recuerdo y convertirse en una risueña muchacha.

Beppo llamó a su padre y le dijo que la misión tardaría un par de años más, había encontrado algo que proteger y por lo que luchar...

Decir también que los daños de la lucha habían dañado el monte, provocando unas fisuras que cuando soplaba el viento, hacia parecer el sonido de un pato.


Es el turno de nuestro ardiente compañero Nathan Fireball:

Chronos

En los mitos griegos, Chronos era el dios de las Edades y del zodiaco. Surgió al principio de los tiempos formado por sí mismo como un ser incorpóreo y serpentino con tres cabezas: de hombre, de toro y de león. Se entrelazó con su compañera Ananké (la Inevitabilidad) en una espiral en torno al huevo primigenio y lo separó, formando el universo ordenado de la tierra, el mar y el cielo. Chronos permaneció como el dios remoto e incorpóreo del tiempo que rodeaba el universo, conduciendo la rotación de los cielos y el eterno paso del tiempo.



-Monte Duck, hace 7 años-



Existían unas fisuras en este monte que, al soplar el viento, hacia el efecto sonoro del "Cuak" del pato, de ahí que a este monte le llamaran Monte Duck. Esta mañana había sido muy fría y solitaria, no se hallaba nadie por las calles, un viento frío te golpeaba dejándote sin aliento. Un manto blanco, un manto de nieve cubría todo a tu alrededor dejando una bonita estampa para el recuerdo. Aun con este tiempo, había personas que marchaban al monte, ya fuese por ver la ciudad desde lo alto, nevada; para ver las flores sobresaliendo de la nieve o para resguardar y cuidar a los animales que le habían cogido por sorpresa. Este era el caso de Arima, una joven que no superaba los 17 años.



-Me voy abuelo-, decía cogiendo la bufanda y colocándose bien los zapatos. Arima era una chica delgada, de una estatura normal para su edad. Se caracterizaba por ir siempre con una amplia sonrisa en la cara, y su risa se podría nombrar el tesoro de la ciudad, todos amaban escucharla. Un largo cabello encerrado en una larga y única trenza que ya alcanzaba hasta mas allá de la espalda. Y unos ojos grandes, en los que cuando te reflejabas en ellos era como purificar tu alma, ésta era Arima.



-Hoy voy temprano así que no hay necesidad de correr, además seguramente me tropiece y preocupe al abuelo-, dijo colocándose la bufanda en el cuello de forma que dos tramos de ella ondulaban con el viento.



(Ya en el Monte)



La vista era espectacular, un manto cubría todo el monte de nieve. Pequeños roedores salían de su madriguera en busca de comida, trozos de nieve caían de las ramas de los arboles al suelo dejando en el aire pequeños copos de nieve. Todo estaba en completo silencio, como mucho se escuchaba las pisadas de los animales o el cantar de los pájaros. Este ambiente le produjo a Arima una tremenda paz, ella tranquilamente se lanzo a la nieve a hacer un ángel dejando tras de si, unas pisadas y una magnifica vista de aquel, su hogar. Arima se quedó profundamente dormida en la nieve, se asemejaba al cuento que tanto le narraba su abuelo por las noches. Cuando de repente y alterando su sueño, un grito y un llanto efusivo retumbó en el monte.



-Parece la voz de un niño...-, pensó y rápidamente intentó seguir el rastro del sonido hacia el interior del monte. El monte Duck, era también el lugar donde los ciudadanos mas religiosos rendían culto a su dios y el lugar que usaban como cementerio.



(Temblando de miedo al ver el paisaje, los tenebrosos animales y las imágenes que se le venían a la mente desde su imaginación) El abuelo me tiene dicho que no venga aquí, ni siquiera me ha dejado ver jamas la tumba de la abuela-, decía mientras se adentraba cada vez mas llegando por fin al lugar de donde procedía el llanto.



Y allí se hallaba, un niño que parecía la personificación de la nieve. Era pálido y con una mirada fría que te calaba en el cuerpo como una lluvia de otoño. Aun así, era muy bello, unos ojos pequeños y unas mejillas sonrojadas, llevaba una indumentaria parecida a la de un príncipe, incluso llevaba una espada (aunque de madera, espada era)

¿Por qué lloras pequeño? ¿Te has perdido? ¿Y tus padres?,- fueron las preguntas que como balas la joven disparo rápidamente al ver que el chico se quedó mirándola parando así su berreo.



(Succionando los mocos y limpiándose con un pañuelo el resto de lagrimas que en su cara quedaban) M-Mi nombre es Freddie, John Freddie VI y me he quedado solo-, respondía tímidamente a la muchacha, volviendo rápidamente al llanto.



Capitulo 4: El Amanecer ha llegado



(Despertándose agotado y dolorido) Uhg.. no fue más que un sueño, volveré a por ti... Arima, volveré a por ti...,- decía Freddie mirando la caja y volviendo a dormir en un sucio rincón, de un sucio lugar de, según él, un sucio mundo.



Jhon Freddie VI, duque de las montañas del Este, noble entre nobles, príncipe entre príncipes. Decidió irse de su hogar y abandonar todo para irse en busca del preciado tesoro que desde entonces buscaba. "La Caja de Chronos", custodiada por seres divinos, incluso creyentes afirmaban que provenía del mismísimo Olimpo, tenia el poder de viajar atrás, a donde el corazón te llevase y arreglar un error del pasado. Se desconocía el riesgo que ello daba o los procedimientos necesarios para poder hacerlo, pero era lo que Freddie buscaba, lo que Nathan guardaba y lo que da paso a este nuevo capitulo de sus vidas.



-Hace 7 años, de vuelta con Arima y el pequeño Freddie-



M-Mis padres han desaparecido y me han dejado aquí...,- decía sin poder contener las lagrimas que de sus ojos en abundancia salían, recorriendo su blanca tez. Yo solo quiero volver y que la dama me quite el dibujo,- alcanzó a decir poniéndose firme y comenzando a andar hacia la ciudad pero, parecía ser que había pasado por mucho y había llorado aun más. Sus ropajes estaban rasgados, rotos y sucios de barro, cuando estaba a punto de llegar a Arima, se desmayó cayendo en redondo del propio cansancio.



Arima: ¡Freddie!,- exclamo la joven que rápidamente lo cogió en brazos intentando que reaccionara, que despertara. ¡Freddie! ¡Freddie! despierta, no me asustes,- le decía agitándolo nerviosa. Debo llevárselo al abuelo rápido, él debe de saber que hacer,- pensó sabiamente y eso hizo cargando al niño en su espalda y lo más rápido que pudo, llegando al pueblo.



¡Abuelo abuelo! Sal, deprisa este niño necesita tus cuidados,- gritaba desde la entrada del pueblo hasta su casa.



Abuelo: ¿Que pasa Rim?, ¿que ha pasado?,- preguntó el abuelo acercándose a ella con el bastón y levantando sus gafas para poder apreciar mejor al muchacho.



Teodoro era el abuelo de Arima y el médico del pueblo. Era la persona mas antigua del pueblo y por ello todos recurrían a él para cualquier problema o duda que surgía. A sus 78 años se conservaba bien para su edad, con sus problemas de espalda típicos de la edad, ya necesitaba de un firme bastón que le ayudase con el equilibrio. Unas gafas para la vista cansada y un pelo plateado tapado con una boina típica de pueblo, sumado a su vestimenta hacían de este hombre el "abuelete" de todos, feliz y campechano.



Mételo dentro y tumba lo en la cama, y si puedes quita le la ropa y ponle alguna de las que tenemos. Yo iré a calentar agua y por mis instrumentos arriba, vigila le por si tiene fiebre Rima,- dijo organizando lo todo en un santiamén.



-Ya en la habitación todos-



Teodoro: Tiene un poco de fiebre pero es solo un resfriado, dejemos le descansar,- explicó a Arima tapando al niño que ya estaba cambiado y tenia en la frente una toalla húmeda para bajar un poco la temperatura. Rima, quédate vigilando le tengo que ir a hablar con el cura del pueblo sobre,... un asunto,- dijo misterioso y con bastón en mano saliendo por la puerta dirección a la Iglesia.



Arima solo había visto a su abuelo así el día del accidente que le costó la vida a la abuela. Era muy extraño y, a veces, daba miedo. Una vez al mes se marchaba con los demás del pueblo para hacer rondas nocturnas como si de una caza de brujas se tratase, o se reunía en la Iglesia para hablar con el cura, como hoy, rodeando le un aire frío y pesado.



-Iglesia, Cuarto Privado del Mayor-



Alabado sea el señor, que en su falda nos acoja y su mano nos abra la puerta del cielo, amen,- proclamó el cura al ver a Teodoro llegar. ¿Que te trae por aquí viejo amigo? ¿Vienes por vino?,- le preguntó con una sonrisa en la cara.



Cura Francisco, no estoy aquí por eso. Mi joven Arima fue a la montaña sagrada esta mañana y trajo consigo a un niño perdido. Al examinarle pude ver que esta marcado por el sello de 6 puntas,- respondió mirándole fríamente.



(Sorprendido y alterado deja caer la copa de vino al suelo) !N-No puede ser¡ Exterminamos a toda su familia Teo, la hemos estado ofreciendo como sacrificio todos estos años... !No puede haber sobrevivientes¡,- no dejaba de repetir cogiéndolo del cuello de la camisa y zarandeándolo.



Puedes estar así todo el día Cura Francisco, pero así no hallaras una solución, debemos poner fin a esto, calmar a los dioses y, sobre todo, que Arima no se entere... suficiente tuvimos con la abuela,- respondió al acto del cura, separando sus manos de su cuello y dirigiéndose de nuevo a su hogar.



(De vuelta con Arima que se encontraba sentada en un pequeño taburete a la vera de Freddie que aun estaba inmerso en su letargo)



¿Por que tardas tanto abuelo..?,- se preguntaba muy preocupada sin dejar de ver la expresión de Freddie, cuando alcanzó a ver una especie de tatuaje en la nuca del chico e intrigada se acercó a inspeccionarle.

Pero... ¿que es esto?, dijo tocándolo suavemente y apreciando el relieve que el tatuaje poseía. En el mismo instante que Arima tocó el tatuaje, una serie de imágenes llegaron a su mente, eran recuerdos grabados en la cabeza del pequeño.



(En los recuerdos de Freddie)



???: Sentíos afortunados, seréis los sacrificios que calmen a nuestros dioses. Vuestra familia esta muerta, sois los únicos que habéis sobrevivido. Enhorabuena muchachos, la marca en vuestra nuca simboliza que tenéis un gran poder y, por ello, satisfaréis a los habitantes del cielo,- dijo a modo de discurso, tirando les a una celda, con los ojos vendados y las manos atadas a la espalda. Tras eso, se marchó dejando a los niños solos, en la fría y tenebrosa oscuridad de una celda.



(Colocándose recta y buscando la espalda del muchacho) No te preocupes, estoy seguro que nuestros padres nos salvaran, he oído que son muy fuertes y que no están solos- dijo colocando espalda contra espalda y comenzando a cantar una dulce nana.



Freddie: ¿P-Por qué me ayudas? ni siquiera sabes si es cierto que somos hermanos. Dicen que nuestros padres están muertos y que ese sera el mismo destino que nosotros tendremos,- alcanzaba a decir entre llantos pero, a cada estrofa de la nana, su llanto se calmaba.



Alina: Pues claro que somos hermanos bobo, lo siento y lo noto; además los dos somos los únicos, sin contar a nuestros padres, que tenemos estas marcas ¿no? Eso nos acerca aún mas a ser hermanos,- respondió a su llanto girándose y sosteniéndolo en un abrazo que hizo de cama a Freddie, provocando su posterior sueño. Juro, juro que te protegeré Freddie, sobreviviremos hasta que nuestros padres lleguen...porque...llegarán, ¿no?,- susurraba a su única confidente, la luna.



(El resto de recuerdos estaban muy difuminados o, eran tan desagradables que la mente de Arima no podía soportar. Freddie había pasado por mucho, la voz de ese sujeto le era familiar pero, la principal pregunta que por la mente pasaba era ¿Donde estaba esa tal Alina?)



Pasaron los días y el estado de Freddie mejoró. Ya comía y jugaba con Arima en el monte. Su relación era muy cercana, a diferencia de los pueblerinos que lo miraban con una mezcla de desprecio y aberración. Los recuerdos vistos ese día no desparecieron de la mente de Arima, que todas las noches buscaba información o le daba vueltas al asunto. Arima no se decidía, necesitaba más información de la que ya tenia y sabia que la única fuente de donde podía sacarla era Freddie, por las buenas o por las malas. Por ello, decidió actuar ese mismo día, llevándoselo al lugar donde se lo había encontrado y allí, intentar descifrar su pasado, y eso hizo.



-Monte Duck, atardecer-



El ambiente en el monte se encontraba como siempre, calmado y sereno. Era la temporada de migración y muchos animales migratorios dejaban la zona en busca de climas mas adecuados para ellos. La tormenta de nieve del otro día, era solo una mera estampa de lo que se encontraba ahora. Leves rachas de viento acariciaban el rostro de los jóvenes, rayos de sol les iluminaban el camino a esa especie de templo donde, sin saberlo ni tener tiempo de reacción, Arima y Freddie no podrían regresar una vez entraran.

Lentamente y sin querer herir al chico, Arima se acercó a él, cogiéndole de la mano y, de la mejor forma que sabia, preguntó:



¿Sabes que significa el tatuaje que tienes en la nuca? ¿Quien eres y donde esta tu familia?¿Recuerdas algo de cuando te raptaron o abandonaron?,- lanzó al aire, sin pensar. (Como podéis ver, el tacto y la paciencia, no eran lo más característico de Arima)



El chico, asustado y confuso, no sabia que responder ni que hacer. A la mayoría de preguntas no tenia respuesta y, si por alguna casualidad tenia pizcas de ellas, no eran lo suficiente como para recordarlas. Pero, Freddie confiaba en Arima, veía en ella a su hermana desaparecida y eso, eso le otorgaba una gran fuerza para seguir adelante.



Yo...yo no lo sé. El tatuaje, según me dijeron, es como una marca de nacimiento, una seña que nos marca un destino al que debemos nuestra existencia. El hombre que nos capturó, dijo que el tatuaje se nos "activa", se nos hace visible cuando llega la hora de nuestra muerte, cuando ya no somos necesarios en esta vida ni nadie nos necesita. Cuando nos conocimos ya te lo dije, solo sé que mi nombre y que mis padres me abandonaron, aunque... conocí a una chica que decía ser mi hermana, pero...,- el chico no pudo aguantar más y empezó a llorar.



Su llanto era como una espada atravesando el corazón de Arima, ella era la culpable de ese llanto en parte y, para más dolor, no sabia como hacer que parase, que ese dolor que sentía Freddie abandonase su cuerpo y así, pudiese sonreír. No podía ayudarle, no podía salvar a un pobre niño de ese cruel destino, le parecía todo como una ruleta rusa, una ruleta rusa y él era el ultimo jugador.



???: ¿Haciendo llorar a un pobre crío? ay que chica mas mala eres, ¿no?,- se escuchaba acompañado de unos pasos y el prender de un cigarro. Siento decirte esto pero, su destino ha llegado, y los celestiales han decidido que tu existencia tampoco es fructífera en nuestro destino, por ello....Desaparece en silencio hija de Dvalin,- dijo seguidamente y en un rápido movimiento, dejando, a los dos jóvenes, inconscientes en el suelo. No me gusta nada hacer el trabajo forzoso, pero que se le va a hacer, debo llevarlos con los demás- dijo cogiendo a Freddie bajo su brazo, cargando a Arima en su hombro y entrando en el templo al que nuestros jóvenes se dirigían.



-8.30pm, interior del templo-



El interior del templo era húmedo y mohoso, telarañas poblaban cada esquina y rara vez no pisabas excrementos de rata. Él había soltado en una celda a Freddie y Arima, colocándose después de ello en una mesita enfrente a jugar a un solitario, iluminado con un vela a la cual le quedaba poco fuelle. Apenas dos rayos de luz entraban por una pequeña ventana, en el interior de la celda, taponada desde fuera con cúmulos de nieve que del techo comenzaban a caer.



(Cantando mientras jugaba y esperaba el despertar de los prisioneros) Y, asi es, Beppo el conquistador, viajando desde Italia, en un barco pescador, secuestró a una dama y se la foll~,- antes de acabar comenzó a oír ruidos procedentes de la celda, ellos habían despertado.



Arima: (Agitándose en el suelo e intentándose liberar de las esposas) ¿D-Donde estoy? ¡Freddie! ¿estas bien? !despierta¡,- fue lo primero que dijo al ver a su amigo tirado en el suelo.



???: (En una esquina de la celda sentado) Relájate, esta dormido nada más. Freddie a vuelto a su casa, a vuelto a su destino,- decía levantándose para darle agua a la muchacha. Mi nombre es Lucca, y yo conocí a Freddie y Alina hace tiempo, le han vuelto a atrapar y ahora no esta Alina para salvarle el trasero, morirá en breve.- continuo, dejando le la taza y volviendo a su sitio.



Beppo: (Abriendo la celda y acercándose a ellos) !Cállate Lucca¡ No asustes al personal. Señorita, señorita, señorita, no sabe usted donde se ha metido.- dijo moviendo la cabeza de un lado a otro a modo de desaprobación.



Arima: (le escupe) Mi abuelo vendrá a salvarnos, no sabes tu donde te has metido,- dijo tras eso alejándose de él.



Beppo: (Se acercó lentamente con el rostro muy serio, cogiendo a Arima de la barbilla y acercando sus caras a pocos centímetros) ¿No te enseñaron en casa, que a los mayores hay que respetarlos? Las chicas malas se merecen un castigo jovencita,- abofeteó la mejilla de la joven, tirándola de nuevo al suelo, provocando en ella, la mirada que pones cuando sabes que no tienes salvación. Y dices que vendrá tu abuelo, ¿no? (comenzó a reír, tapándose casi media cara con la mano) pero si él ha sido quien os ha delatado, es el judas del pueblo,- dijo señalando la otra habitación en la que, a lo lejos, se podía distinguir la figura de Teodoro llorándole al Cura Francisco.



(No podían oír la conversación, pero Teodoro le estaba suplicando por la vida de Arima al cura. Le decía una y otra vez que ya tuvo que sacrificar a su mujer y a sus hijos, que no podía dar mas vidas para esta causa)



"Hace muchos muchos años, unos demonios habitaban la montaña. Resulta que el demonio mas joven estaba enamorado de la sacerdotisa del pueblo, pero su padre, se negaba a esto por lo que la encerró en el templo. Molesto con esto, cada año, los demonios bajaban y arrasaban con todo a su paso, secuestrando a niños y mujeres del pueblo. Cansados de esto, los habitantes mataron al padre de ella y fueron a ver a la sacerdotisa para usarla como ofrenda y calmar la ira de los demonios. Ella, angustiada y triste, no paró de rezar en busca de ayuda, pero nunca vino.

Los demonios se llevaron a la sacerdotisa, pero antes de desaparecer, ella hizo un juramento: Vosotros, hijos de Dvalin y vosotras, hijas de Dafne... seréis castigados por los siglos de los siglos. El pueblo sufrirá de hambruna, vuestros hijos nacerán malditos y vosotros no encontrareis la paz ni muertos. Me convertiré en un ser divino, y me encargaré de haceros sufrir por siempre...,- dijo marcando a los sobrevivientes con un símbolo."

La maldición resulto ser cierta, y los habitantes del pueblo no encontraron la paz ni muertos. Pasaron mucha hambre, sufrieron muchas enfermedades y, tras mucho pesar, tuvieron que recurrir a la tradición de los sacrificios. Aquellos que heredaron el símbolo, debían ser asesinados para traer la paz al pueblo. Muchas madres lloraban al ver la sangre de sus hijos correr por las calles, muchos niños se quedaron huérfanos y, sobre todo, una amplia tristeza inundo el pueblo, tiñendo las manos de los habitantes de rojo y cubriendo su historia con un manto gris.



La esposa y los hijos de Teodoro fueron victimas de ello, aunque Arima no heredó el símbolo, el destino es caprichoso, involucrando la de una forma u otra en este circulo vicioso. Las lagrimas de Teo no paraban, emanaban de sus ojos sin cesar, el pensar que perdería a su única familia y de esta forma... era como si lo mataran a él.

(Encendiéndose un cigarro) Bueno, bueno... de nuevo nos encontramos pequeñín pero esta vez no esta tu hermanita,- decía Beppo a Freddie que se acababa de despertar mientras le daba una pequeña calada.

Con la llegada de la media noche , un reloj de coco comenzó a sonar, su ruido hizo estremecer los cuerpo de Teo, Lucca y Freddie ya que sabían lo que ello conllevaba. La luna debía ser testigo del sacrificio, se creía que la sacerdotisa se convirtió en la guardiana de la luna, por ello era a esta hora cuando se hacían los sacrificios.



Teodoro, llevado por sus impulsos y por el amor que sentía hacia su nieta, se lanzo en pos de salvarla. Corrió hacia la celda y, aunque quiso, ya era demasiado tarde. Beppo los había cogido, acompañado de Lucca y en la celda, solo quedaba la bufanda de Arima y un rastro de lagrimas de dolor. Lagrimas que compartía Teodoro, cayendo al suelo de rodillas y lamentándose por todo lo que había hecho hasta ahora.



-Exterior del templo, minutos antes de la media noche-



La parte trasera del templo, donde parecía que el tiempo no pasaba, donde una niebla densa ocupaba todo el lugar. Ni el susurro del viento, ni el piar de los pájaros, ni el resquebrajar del terreno dejaban su huella en el ambiente. Filas de tumbas, restos de arboles secos y viejos, ratas y cuervos corriendo y volando en círculos por la zona. En el centro, una especie de mesa ceremonial parecida a la que usaban los mayas, llena de símbolos y, seguramente, manchada de mucha sangre a lo largo de los años.

Alrededor de dicha estructura, un grupo de no más de 10 personas esperaban la llegada de Beppo y los demás, para así poder zafarse durante más tiempo de la maldición. Escondidos tras su tristeza, vergüenza y miedo; llevaban nada más que una túnica marrón que no dejaba más que ver sus tobillos.



Los esperados llegaron, cabizbajos, conocedores de lo que allí les esperaba no les quedaba más lagrimas que soltar, ni más personas a las que esperar o dioses a los que rezar, otros... otros tristemente ya estaban preparados para morir. Estos eran los casos de Freddie, Arima y Lucca respectivamente, que acompañados de Beppo llegaban al lugar.

La niebla se convirtió en fría y dolorosa lluvia, que con gran velocidad fue calando a los allí presentes. La lluvia, una de las pocas cosas que habían sobrevivido en ese pueblo, desde siempre y para siempre, sin principio y sin fin.

Los habitantes creían que la lluvia, ese mar de gotas que les acompañaban, eran los lamentos y las lagrimas de los fallecidos. El viento, por igual, les traía y se llevaba sus voces. Voces de niños llorando llamando a sus padres, voces de maldición, voces carcomidas por el odio y la tristeza. Voces que cada vez iban volviendo mas loca a la población.



Como una sola ente, los encapuchados empezaron a corear lo que, seguramente seria, rezos y cánticos ceremoniales. Uno de ellos se destapó siendo el cura del pueblo y el encargado del sacrificio. Uno a uno fueron llevados a la mesa, tapando sus rostros y cambiando las ataduras de las manos por unas en los pies. Arima la primera, seguía cabizbaja, sentada en esa fría estructura aun no se podía creer todo lo pasado. Por el camino Beppo le había contado la leyenda, los sacrificios y el pesar de su abuelo. Decir que, sin su bufanda y con la mayoría de conocimiento que ahora tenia, Arima se veía como un maniquí de porcelana, vacía y fría, inerte.



En segundo lugar y comenzando a recordar, como si de un "deja vu" se tratase, se encontraba Freddie. Mirando al frente, a su alrededor, a todos lados pero a la vez a ninguno. Su mirada estaba vacía, intentaba recordar lo sucedido tiempo atrás, pero, si bien por su propia protección su subconsciente había bloqueado esos recuerdos o, simplemente, no lo recordaba hacia que la angustia que el ambiente creaba, aumentase. Una voz familiar, se empezó a escuchar en su cabeza, decía todo tipo de frases y mantenía conversaciones con gente que ahora mismo él no podía recordar. El silencio se alzó y una frase se grabó en su mente: "Somos familia ¿recuerdas?, yo me tengo que ocupar de tu protección hasta que papa y mama vuelvan, por eso, quédate aquí. Yo tomare tu lugar (una cálida vibración retumbo en él, el recuerdo de un beso, el recuerdo de unas lagrimas que no eran suyas, quedándose en sus mejillas, el recuerdo de un adiós) Te quiero hermanito, nunca lo olvides..." El chico siguió inmerso en sus recuerdos, el llanto comenzaba a consumirlo y un fuerte dolor en el ojo derecho hizo que sus lagrimas solo saliesen por el izquierdo.



Frente a las posturas de sus compañeros en esta especie de caza de brujas, Lucca no cambiaba la fría expresión de su rostro. Él estaba preparado para morir, si ese era su destino, no le temería a la muerte. "No tengo nada por lo que luchar, no tengo a nadie por quien vivir ni un hogar al que regresar. Estoy solo, solo he vivido una vida vacía. Estoy solo, ya ni siquiera veo mi reflejo en el espejo, ese espejo que representaba mi existencia" Él ya había sobrevivido a un sacrificio gracias a Beppo, se lo debía, hoy terminaría su encarcelamiento.



Ya es tiempo, ha llegado la hora de los sacrificios.- dijo el cura preparando las herramientas y el lugar donde se realizaría. Me apena verte aquí Arima, te he visto crecer desde que eras un bebe y, ahora, seré yo quien te mate. ¿Ves ahora lo caprichoso que es el destino?,- dijo riendo afilando las herramientas.



Mientras tanto, el resto seguía con sus oraciones y a Beppo no le era permitido participar en ello por sus acciones pasadas. Apoyado en una mohosa pared, fumando un cigarrillo ya apagado y deshecho por la lluvia, tapaba su rostro con el sombrero. Beppo no soportaba ver esto, muchas tratos con la muerte había hecho, muchas veces hizo de verdugo y todas se arrepintió pero, esta era la vida que el destino le había dado.



De repente, los cánticos pararon, y los símbolos presentes comenzaron a iluminarse mostrando imágenes y un orden a seguir. Se iluminaron tres símbolos esa noche. Beppo se marchó del lugar, estrujando el cigarillo con la punta del zapato. Arima, seguia sin reaccionar y los otros dos, se quejaban del dolor y lloraban por algunos recuerdos, entre ellos su infancia y su llegada a este maldito pueblo.



Bueno bueno, Freddie es tu turno y esta vez el definitivo. Has sido elegido para ser el sacrificio esta vez,- dijo señalando le y haciendo que se llevaran a los otros dos. Antes de que se fueran, cogió del brazo a Lucca y le dijo entre risas: Más suerte la próxima vez, no sirves ni como sacrificio.

Tumbaron a Freddie en la mesa, y como por arte de magia una luz comenzó a elevarlo, una luz procedente de la luna. Freddie no paraba de llorar, ahora sabia quien era Alina y qué hizo por ella. No podía desperdiciar la segunda oportunidad recibida.



Los cánticos resurgieron y el momento álgido estaba cada vez más cerca cuando, de nuevo a modo de deja vu, sucedió:



Arima: (Zafándose de la opresión del encapuchado y, cogiendo fuerzas desde lo mas profundo de su ser gritó) ¡Freddie, no te puedes dar por vencido¡ ¡Ella no te lo perdonaría¡ (ya más calmada a pocos metros de la mesa) La he visto, se lo que hizo. Freddie tu hermana te amaba, no puedes rendirte a morir y hacer feliz a este rebaño de asquerosas ovejas muertas.



Freddie la vio, vio a su hermana en Arima. Sus gestos, sus palabras... la recordaban tanto a ello que lo decidió. No permitiría que volviese a pasar, sobreviviría pero...¿Como?, se preguntaba.



Arima: (Lanzándose a correr lo que los grilletes le permitía, se tiró a ese rayo de luz, arrastrando con ella al cura y sacando de ahí a Freddie) Beppo me dijo que hay que respetar a los mayores, por eso, no puedo irme sin ti ¿no crees? que egoísta seria de mi parte (dijo sonriendo)

(Entre lagrimas pero, feliz por devolverle lo que era suyo, su vida. Freddie la agarraba con su mano, no podría soportar otra perdida y entre lagrimas escuchaba) ¡Freddie, vive,vive por mi y por Alina¡ Y recuerda que, aunque la vida te parezca gris, fría y sin valor. Aunque no veas la luz que termina este camino, hay personas que lucharan por ti y lo iluminaran.

(Con un llanto desconsolador, temblando de miedo y de tristeza) ¡Freddie, incluso la muerte es cálida¡ ¡VIVE PORQUE TU AMANECER HA LLEGADO¡,- dijo despareciendo, dejando nada más que lagrimas y un vacío.



Todos se fueron, quedando nada más que Freddie, en el suelo hundido. Presionando su pecho con la mano, notando aún el calor de Arima pero a la vez notando como algo dentro suya se estaba muriendo. Un mar de lagrimas comenzaron a surgir pero, él se las seco. No lloraría más, viviría por ellas.



Lucca: (Sin querer que lo notara, él era duro, no quería nada relacionado con el cariño. Lucca tapo a Freddie con su chaqueta, a modo de resguardo ofreciéndole su mano) Te toca ser un hombre, vayámonos.



No tenían lugar a donde ir, ni al que regresar. Estaban de nuevo en el punto de partida. Se dirigieron al punto donde conocieron a Arima, pero nadie estaba ya en la celda. El pueblo cayó en un silencio mortal, ni un alma por las calles. Tras ir y venir, volvieron, ya cansados de llantos y sufrimientos, al único lugar que les quedaba: La entrada del templo, donde Arima escucho el llanto de Freddie. Sentándose en el suelo, serios y mudos recibieron una sorpresa.



???: El viento se lleva las voces y la lluvia nos trae sus lamentos. ¿Creéis enserio que esa loca se quedara quieta? Hasta ahora he aguantado mucho, he visto mucha gente irse, pero ya es hora de cambiar el mundo. (un humo salia de la ventanilla de un coche de marca Masserati) Ellas siguen vivas, no se ni donde ni cuando pero... Arima debe seguir viva así que subid, tengo un plan. Si queréis salvarlas, Lucca, si quieres saber quien eres, subid y vayamos a por la caja.



Ellos, sin pensarlo dos veces, subieron rápidamente al coche yéndose hacia el horizonte con un solo objetivo: Ser el viento y ser el agua, que traigan de vuelta lo robado.

No se supo nada más del pueblo, de su gente, de su leyenda. En el camino solo quedó un cigarro barato y un hilo fino rojo de, seguramente una bufanda amada que ahora debía estar con un conquistador.



(Nota del autor: Iré añadiendo las descripciones y algunos pasados de los personajes que han aparecido hasta ahora en un anexo)



Capitulo 5: Recuerdos y El Nuevo Viaje.

Era muy típico que, de noche, Nathan subiera a los tejados de la ciudad para contemplar el cielo nocturno. Se tumbaba en ellos y se perdía buscando, o intentándolo, una respuesta o un culpable a todo lo sucedido. ¿Por que secuestrar a su familia? ¿Quién era el joven del bar? Infinidad de preguntas como estas rondaban la cabeza de Nathan hasta que se dormía a la luz de la luna. De día, múltiples escapadas a lugares de mal agüero para búsqueda de información o simplemente deambulaba por la ciudad buscando a alguien.

Estas escapadas tenían muy preocupada a Elyon y las dueñas del bar, que solo podían quedarse estáticas y mirar como salia por la puerta con aire de tristeza.

Chaos: La Historia Jamás Contada.

-Capitulo 3

Las noches en la ciudad no eran lugar para niños ni para nadie, muchas peleas en cada esquina, robos y actos malignos como asesinatos sin compasión en los callejones abandonados. Daba igual que pasara gente o coches, si mirabas a los ojos estabas muerto.Se podría decir que era una ciudad sin ley aun habiendo cuerpos de policía y gente que se hacia los héroes.



-Comisaría 108 de Devis-



Nos hayamos en una de las doscientas comisarías distribuidas por toda la ciudad de Devis. En esta comisaría se encuentra el inspector, el comisario y un par de policías hablando de uno de los últimos casos y el que mas misterio encierra.



-Policía 1: Pero comisario, ¿esta usted seguro de que quiere cerrar este caso?, todavía está sin resolver y la víctima era familiar de un miembros del cuerpo, demos le una oportunidad, comentaba el policía.



-Policia 2: Mi compañero tiene toda la razón, intentemos lo una vez más, por favor comisario, se unía a la charla.



-Comisario: No podemos perder mas tiempo en un caso que nos lleva a un camino sin salida, pensad un poco ¿por qué no hay mas pistas ni podemos avanzar? Pues porque fue suicidio, y punto, respondió encendiéndose un cigarro.



-Inspector Cabanela: Duque, Duque, escucha a tus subordinados por una vez, se que tu eres el que llevas el cotarro pero demos le una oportunidad anda, dijo posando su mano en el hombro del comisario.

-Comisario Duque: Inspector no se meta en mis asuntos, un no es un no. No había huellas, ni armas, tan solo una cuerda amarrada a la barra de la ducha, y allí colgaba el cadáver como si de un jamón en una carnicería se tratase. Suicidio, guárdenlo en el archivo y sigamos con otros casos, respondió finalizando la conversación y marchándose de la sala rumbo a la planta de abajo donde se hacia la autopsia.



-Cabanela: Déjenlo muchachos, sigue siendo el mismo cabezota de la academia, pero aunque diga todo eso lo Investigaremos a escondidas él y yo, les dijo guiñándoles un ojo y marchándose rápidamente gritando comisario.



-Sala de Autopsias, 18.00h-



-Doctora Dora: Oh bienvenidos Cabanela y Duque, dijo mirándolos.

Habían pasado varios años desde que por arte del destino habían caído en la misma zona. Estos tres fueron compañeros en la academia de policía y compartían el mismo sueño: atrapar malos como en las series policíacas y fantásticas que retransmitían en la tele y radio.

El Inspector Cabanela siempre tuvo el mismo estilo de vestimenta, una chaqueta blanca con un pañuelo rojo a modo de bufanda, su corto pelo marrón con su flequillo de punta, y esa sonrisa y confianza que le había causado tantos problemas por no saber con quiénes podía tenerla.

En cambio Duque siempre iba cambiando de apariencia periódicamente, en especial su peinado. Flacucho y grande, moreno con pelo hasta los hombros y el flequillo tapándole ya medio ojo. No sonreía tanto debido a la absurda cantidad de crímenes que había visto. ¿Su debilidad? Siempre se echaba la culpa de todo lo ocurrido, cuando no podía resolver un caso se encerraba en su casa días y días hasta que lo lograba.



La doctora era alguien única, desde muy pequeña fue muy inteligente, aprendió a leer y a escribir muy pronto, con diez años hablaba ya cinco idiomas y se leía al día varios libros sobre crímenes perfectos o crímenes sin resolver.

Rubia de altura media y con lentes, esta mujer siempre vestía una bata de laboratorio con sus bolis y libretas donde apuntaba absolutamente todo lo que veía o pasaba a su alrededor.

Entre charla y charla lo noche cayó en la ciudad y todos los rufianes de poca monta y los expertos se echaron a la calle.



-Cabanela: Jefe hay que hacer la ronda o los ladronzuelos se subirán por las ramas, dijo mirando el reloj que colgaba en la pared de la sala.

-Duque: Entendido, pilla un coche y pongamos nos manos a la obra, hoy toca reunirse con Helena, le respondió rápidamente encendiendo otro cigarro y marchándose por la puerta. Hasta otra vieja amiga, exclamó mientras meneaba la mano en forma de despedida.



-Calles de Devis, 23.00-



-Duque: ¿Tenias que pararte a por un café y unos bollos obligatoriamente? ¿Has visto que hora es? Helena nos mata, decía llevándose las manos a la cabeza.

-Cabanela: Recuerda me de nuevo quien es esa tal Helena, y porque tanto escándalo por una sola persona, preguntaba dándole un sorbo al café.

-Duque: La llaman "la mami" y es como la jefa del barrio, ella nos da soplos y nosotros la dejamos en paz, ¿fácil? ¿fácil? facilisimo, respondió dándole unas palmaditas en la espalda.



Llegaron a un gran portón, un gran reloj y una agrupación de farolas iluminando la calle era lo único estable, contenedores volcados y gente tirada por los suelos sobre cartones, era una imagen espantosa.

Fíjate Cabanela, esto es lo que nadie ve, para el resto del mundo estas personas son insectos, invisibles y no queridos, detrás de la puerta es a donde vamos, señaló Duque.Pasaron como pudieron, esquivando las demandas y las súplicas de la gente, cayendo de vez en cuando y dando lo que tenían a manos tan pequeñas como las de los niños sin techo y muertos de hambre o enfermos.



-Portón, 2 A-



Dando varios toques seguidos a la puerta y luego llamando al telefonillo.

La puerta se abrió lentamente dejando ver a la susodicha, una mujer joven, de veinte años de tez blanca y unos ojos que te embaucaban y una sonrisa que te llevaba con ella quisieras o no.

No era muy alta y la melena no le llegaba más de media espalda, un tono de pelo oscuro con tonos marrones.



-Helena: ¿Que se les ofrece agentes?, preguntó recogiéndose el pelo en una coleta.

-Duque: Tiempo sin vernos Helena, ¿me recuerdas? Trabajamos juntos en el caso del gorila, dijo mientras enseñaba la placa y entraba al piso.

Este es Cabanela, mi compañero, venimos por si nos puedes ayudar con un par de casos que nos tienen entre la espada y la pared.

-Helena: Mmm... no me acuerdo muy bien pero recuerdo a un joven agente que no paraba de quejarse y fumar, respondió mientras cerraba la puerta vigilando que nadie hubiera visto nada.

(No se percató bien, no la culpo era muy difícil notar la presencia de este sujeto que ya había entrado al piso)



-Cabanela: !Ese mismo!, exclamó mientras reía como un loco. Joselito siempre ha sido así pero míralo ahora, parece que ha madurado, dijo sentándose.

El piso de Helena era extraño para estar en esa zona de la ciudad. No era una habitación de un gran hotel pero se le asemejaba. Cuadros de grandes pintores y muchas reliquias y estatuas adornaban el salón. Una gran tele con varias consolas frente a tres sofás donde se situaban los presentes. Varias habitaciones y un amplio ventanal donde poder contemplar, más bien mirar con lástima el lugar.



-Duque: Eso fue hace mucho tiempo Helena, y no viene al cuento. Venimos a pedirte ayuda, estamos buscando a un ex-presidiario, un agente italiano y a un presunto asesino, dijo acercándose al ventanal a encenderse un cigarro y a vigilar el coche.

(Duque le explicó las muertes sin sentido que la policía había catalogado como suicidios en masa) Eso es uno de los casos, mañana te enviaré todos los detalles en un informe, pero el caso principal es el siguiente:

Hace un par de semanas una de las prisiones mas seguras del pais fue totalmente aniquilada, no quedó ni un escombro. Pudimos rescatar a un par de presos pero no sobrevivieron, parece como si el autor quisiera borrar toda pisada suya, contó echando el humo.

En aquella prisión se encontraba Fireball Nathan, conocido en el mundo criminal como "el incinerador" y escapó secuestrando al hacker Jeremy y a una de nuestras guardias Elyon.



(A Helena se le cambió toda la cara al escuchar la información, ella conocía a Nathan desde hace mucho y ya le daba por muerto)

-Helena: Osea, que tres personas más un supuesto compañero se escaparon de la cárcel más segura de la ciudad y ¿pretendéis capturarlos?, respondió aguantándose la risa.

-Cabanela: Si, más o menos. Tenemos deudas pendientes con Fireball y Duque creemos que tu ayuda nos vendría muy bien, dijo sacando varios archivos sobre el caso.

-Duque: Eso son copias de todo lo que tenemos sobre Fireball, su caso y el de la cárcel, mañana recibirás el resto nosotros debemos volver a comisaría, apagó el cigarro y lo tiró a la calle desde arriba.

-Helena: (más seria entendiendo la gravedad y gustándole leer eso) Entendido, mañana quedamos en el sitio de siempre y os daré lo que pueda, respondió abriéndoles la puerta.

(Cabanela siempre fue el hábil del grupo y tenia unos sentidos bastante buenos por eso la policía fue tras él)

-Cabanela: (al levantarse) Helena, tienes mascotas? preguntó mirando a Duque indicándole sacar el arma.

-Helena: No, no tengo mascota por qu...



Antes de que pudiera responder Cabanela se lanzó a ella apartándola y disparando a una sombra en el techo provocándole una herida y la marcha de él por la ventana desapareciendo del lugar.

-Cabanela: Pues porque se te ha colado un insecto molesto, dijo guardando el arma y ayudando a la dama a levantarse.

No es seguro quedarte aquí, ¿puedes ir a lo de una amiga? al menos durante un par de días, preguntó.

-Helena: (con un poco de miedo) Creo que si, muchas gracias. Recogeré mis cosas y me marcharé, respondió yéndose a los cuartos.

-Duque: Hemos acabado Cabanela, buen trabajo te has ganado una galletita.

-Cabanela: Galleta la que te vas a llevar cuando te coja.

(Discutían mientras dejaban el piso y la oscura zona)

En el piso, frío y oscuro tras comprobar la inseguridad que allí había, la joven decidió coger lo que ya había preparado y yéndose ya hacia la puerta se acordó.



Helena: !La caja que me entregó Nathan!, exclamó corriendo hacia el salón y subiéndose a una silla levantó una baldosa del techo y de allí saco la caja que Nathan cogió al principio de esta historia.

La caja no había cambiado ni el mas mínimo detalle después de tantos años. De ella emanaba una extraña pero cálida energía. Nadie la había abierto en este tiempo y nadie excepto el propio Nathan sabia de su interior, ya que la misma caja estaba bien cerrada con un candado de llave de tres puntas.



-???: Jojojojo, reía feliz en las sombras. Así que aquí se encontraba la maldita caja y a ti fue entregada por el insecto ese, dijo una extraña sombra sobresaliendo del suelo.

-Helena: ¿Quien anda ahí?, preguntó sacando dos cuchillos de las mangas de la camisa.

-Freddie: Relájese señorita, me presentaré de inmediato así que baje las armas, respondió levantando las manos ante la situación.

En ese momento Helena se fijó en la extraña figura que delante de sus ojos se hallaba. De la sombra salió un hombre de edad avanzada, comúnmente llamado anciano. Su cabellera plateada debido a la edad, sus anteojos caídos en la nariz y su vestimenta de otra época, esta persona parece sacada de la edad media o algo por el estilo, era lo que pensaba Helena.

Aparte de su vestimenta y su fiel bastón que le ayudaba a andar, de él emanaba un aura siniestra, un aura que provocaba los escalofríos de la joven.

-Freddie: Mi nombre es John Freddie VI, y el contenido de esa caja acompañado de su dueño deben desaparecer. No me gusta hacer daño a las mujeres pero este es el comienzo de mi reinado y nadie se interpondrá en mi camino, gritó a la joven.

El aura que notó empezó a crecer a un ritmo imparable, fatiga y mareos invadieron el cuerpo de Helena. Sus piernas empezaron a fallar, un sudor frió le recorría el cuerpo, sus brazos empezaban a pesar mucho y su vista comenzaba a nublarse.

-Helena: ¿Que... que estas... haciendo?, fueron las últimas palabras de la chica que quedó inconsciente en el suelo y dejando la caja a merced de Freddie.

-Freddie: Nathan Fireball, aquí acaba tu viaje y comienza mi llegada al poder. Cada vez faltan menos piezas para empezar el juego, ¿seras el ganador? o ¿te haré Jaque Mate?, decía desvaneciéndose en las sombras de las que vino.

Chaos: La Historia Jamás Contada.

No hacia mucho tiempo de la desaparición de los grandes magos y guerreros que en tantos libros y películas él se había reencarnado, era un fanático del género y le encantaba crear historias sobre ello como lo estoy haciendo yo ahora mismo.



Nos remontamos al principio de todo, el día del nacimiento de sus hijos, el día clave de todo este entuerto. Nathan Fireball, ejecutivo de una gran empresa, llegaba a casa tras un duro y largo día en el trabajo. Había tenido varias reuniones con motivo de la fallida fusión y varias discusiones con el resto de trabajadores debido a una diferencia de pensamiento, un día normal en la vida de un empresario.



Llegó a casa, una casa humilde donde vivía una apacigüe vida con su mujer, Carmen. Ella era profesora sustituta, debido a ello nunca habían tenido residencia fija, esta casa era la que mas tiempo estaba durando. Dejó los zapatos, colgó la chaqueta y, aflojándose la corbata entró en busca de su esposa.

-Nathan: !Cariño ya estoy en casa! ¿Como está la barrigota?

(oh si, se me olvidó comentar que estaba embarazada de, según el médico de turno, gemelos)

-Nathan: ¿Cariño? ¿Hola?,- preguntaba sin dejar de caminar hacia delante sin ninguna respuesta.

Miró en todos los cuartos pero todas las luces estaban apagadas, menos la del salón, donde una nota destacaba en medio del frutero. La nota decia lo siguiente:



Querido Nathan, el día ha llegado y hoy, por fin hoy he roto aguas... !Nuestros hijos vienen de camino! Me han llevado al Hospital Virgen del Rocío, ven corriendo, te quiere, Carmen.



Nathan no podía aguantar las lágrimas que salían de sus ojos, había esperado mucho este momento, por fin sería padre. Rápidamente, se fue a la habitación y cogió el bolso que tenían preparado para esta ocasión, repleto de lo necesario y de lo que habían quedado al hacerlo.Detrás de la mochila se encontraba una pequeña caja, parecida a una cajita de música pero un tanto... diferente.

De nuevo, se puso los zapatos, cogió su chaqueta y se recolocó la corbata tomando rumbo hacia el hospital impaciente.

Le rodeaba un aire tenso, sombrío y frío. Le seguían con la mirada a cada paso que daba, los enfermeros y médicos le evitaban. ¿Que les pasaba?,- repetía constantemente en su cabeza.



Por fin, llegó a la habitación, era la ultima del pasillo, no era lo que viene siendo un lugar bonito o de rápida actuación pero era la habitación donde conocería a sus hijos. Habitación 236, la puerta estaba abierta, giró el pomo y no se lo podía creer... sabanas y baberos por el suelo, las ventanas abiertas de par en par con varios trozos de cristal roto. Por mucho que gritaba y buscaba no hallaba nada ni nadie por los alrededores. Parecia como si la tierra se los hubiese tragado y con ellos, los sueños de Nathan. En el suelo, clavada, una carta de Joker, donde, en el reverso se alcanzaba a leer: Chaos.



Capitulo 1: El Fuego del Fénix

Los lamentos de los demás encarcelados resonaban en aquella noche, oscura y pesada. Dos literas, sucias y resquebrajadas, una pequeña ventana con barrotes era la única fuente de luz que iluminaba ese triste lugar. En el suelo, se encontraba nuestro protagonista. Muy delgado, con la ropa desgarrada, sucia y con manchas de sangre y barro, de rodillas y sin levantar la mirada allí estaba él.

-Guardia: ¡¡Hora de trabajar!! -gritaba golpeando los barrotes de las celdas con la porra provocando un horrendo ruido mientras silbaba.

Las celdas se abrieron, una a una, saliendo de ellas una infinidad de presidiarios cada uno mas extraño que el anterior. Todos, cabizbajos, se dirigían al patio, algunos a trabajar y otros a hacer como que lo hacían.



(El patio de la cárcel, semejante al de una escuela, contaba con una cancha de baloncesto, unos bancos y una antigua pista de tenis donde se realizaban los intercambios o las apuestas para la pelea diaria)



El patio de una cárcel nunca es bonito, no es que te vayas a encontrar jóvenes recogiendo flores, grupos riendo o felicidad en el ambiente. No, la cárcel estaba llena de grupos, una especie de familia presidiaria pero, por mucho grupo que hubiese, en toda cárcel hay un jefe, un preso mas peligroso que el resto.



(En la zona de los bancos, se oyen murmullos provenientes de varios grupos)

-Si si, es él... dicen que plantó cara a una gran organización y tras mucho follón pudieron atraparle.- decían.

-Que va que va!! Yo he oído que es un asesino en serie y que esta aquí buscando aumentar su historial criminal,- respondían.



(A esto, el sujeto en cuestión se acerca al grupo y, sentándose a su lado se une al cuchicheo)

-Oye, pues yo he oído que no hay cosa que más le moleste que hablen de él a sus espaldas y que ha venido por el gaznate de un preso pero... no le importa llevarse más- dijo mirándoles y mostrando le una sonrisa de oreja a oreja.

Todos, al oír eso, se quedaron estupefactos y mudos al oír la amenaza y ver la situación en la que la cárcel se encontraba.



-Ains no os quedéis así que no muerdo,- dijo riendo. Me presentaré y todo, podemos ser amigos o, si os es más útil, para que podáis hablar de mi con nombre propio. Me llamo Fireball, Nathan Fireball encantado eh,- decía mientras les daba palmaditas en la espalda.



(Así es, han pasado unos cuantos años desde que el pobre Nathan perdió a su mujer e hijos casi sin pista alguna)



-Nathan: Busco a un tal Jeremy Stresse, le vi daros un paquete de cigarros así que, se que le conocéis. No me hagáis enfadar, que ahora somos amiguitos, decidme donde puedo encontrarlo,- dijo limpiándose los pantalones y poniéndose de pie.



(Al ver el espectáculo que se estaba montando, una guardia se acercó a ver que es exactamente lo que pasaba)

-Elyon: ¿Algún problema señores? Tengo que imponer la fuerza o ¿podéis arreglarlo como mayorcitos?



-Nathan: Oh, os ha salvado la señorita amigos. Pero sigo esperando vuestra información sobre Jeremy,- dijo yéndose hacia la verja mientras se despedía con la mano.



Rápidamente los presos le contaron a la guardia todo lo sucedido añadiendole un par de mentiras para intentar alejar a Nathan de ellos y de Jeremy, pero eso solo provocó que Elyon quisiera saber mas y mas sobre Nathan.



(Suena el timbre del almuerzo, haciendo que todos entraran dentro del edificio)

En fila y todo muy bien organizado los presos cogían las bandejas para ir a por su ración diaria, que mas que comida era una bazofia, no se diferenciaba la carne del pescado o del puré, todo era del mismo color y del mismo sabor.

Repartidos por mesas y por grupos, los presos se tomaban el alimento y volvían a sus celdas a espera de una visita o del próximo rato libre. Nathan comía solo y en el mismo lugar todos los días, aún pareciendo un enclenque, ningún preso se le acercaba pero,hoy, la que se acercó fue Elyon nuestra guardia novata.



-Elyon: Dis-Disculpe, Nathan ¿Verdad?, preguntaba con cierto nerviosismo e ilusión en los ojos.

-Nathan: No, Juan Carlos I, se ha equivocado señorita.-respondió burlón mientras comía.

Esta broma no le sentó bien que digamos a la señorita, lo que provocó que tirara la bandeja de un manotazo y cambiara radicalmente.



-Elyon: (Hablando mas seria y brusca) Menos bromitas, recuerda que tu eres el preso y yo el guarda, sigo teniendo tu vida en mis manos. Te he preguntado si eres Nathan, Nathan Fireball, -pregunto de nuevo levantando el tono y provocando la mirada de todos los presos.



-Nathan: Relájate mujer, si me lo estas preguntando será por que lo sabes, ¿o no?, respondió



-Elyon: No, bueno sí, muchos me han hablado de ti, de Nathan pero yo quería comprobarlo por mi misma.



-Nathan: Pues aquí me tienes, el verdadero Fireball, si quieres puedo firmarte un autógrafo, darte mi numero y todo eso, pero tener todo eso de un simple preso no es que sea para celebrarlo,-dijo levantándose y cogiendo camino para su celda.



-Elyon: Osea, ¿eres el incinerador?, preguntó la joven otra vez con ilusión en los ojos



-Nathan: ¿Como... me has llamado?, respondió con una mirada que intimidaría hasta a la propia muerte.



(Los demás presos estaban estupefactos, no sabían que hacer ni que pensar, "El Incinerador" era el titulo impuesto a un gran y cruel asesino que solo dejaba cenizas allí donde iba)



-Elyon: (paralizada y muda mirando a Nathan) ¿Pe-pero no te llamaban así?,- respondió dando un paso atrás.



-Nathan: ¿Sabes por qué el fuego es rojo y quema todo a su paso?,- pregunta cerrando su puño y llevándolo a su corazón.



-Elyon: Por el aire o algo así ¿no?, dijo echando su mano al arma por si intentaba cualquier movimiento peligroso.



-Nathan: Te equivocas de nuevo,-sonríe, es por que lleva toda la fuerza del alma y toda las energías del cuerpo. Es entonces cuando, del puño, sale una gran llama carmesí y señala a Elyon.

Y, ¿sabes por que el fuego azul es el mas potente y destructivo?, -dijo llevando su otro puño a la cabeza.



Elyon no se lo podía creer, es imposible que un humano cree fuego de la nada, debía tener un mechero o algún truco debajo de la manga, pensaba, pero no veía nada.



-Elyon: No, no lo se pero sea como fuese, apaga ese fuego y acompáñame hasta el juez, dijo sacando una pistola y apuntando a su cabeza.

-Nathan: El fuego azul pertenece al fénix, a aquél pájaro que resurgía de sus cenizas, conlleva toda la locura y rabia, la experiencia de ya haber sido quemado, por ello es tan poderoso. "El Incinerador" es un buen nombre para mi ¿no crees?,- dijo dando pequeños pasos hacia ella.



Rojo y Azul en mis manos controlo y allá donde voy solo cenizas dejo, de aquellos, que no se merecen la vida, tenias razon, éste soy.- decía con las dos llamas en sus manos desnudas y acercándose a la novata.

-Elyon: Esto se esta yendo de las manos, no puedo controlar esta locura, no debí haber aceptado este curro pero si lo paro ahora, todo se solucionará,- pensó y así hizo, disparando al sujeto. Lo hice, lo hice, -gritaba eufórica. Siento mucho esto Nathan, pero no podía permitir esto,- decía mirando al arma hasta que, al levantar la mirada lo vio.



Las balas estaban calcinadas, las había destruido con el fuego y, mientras Elyon se emocionaba, él ya había sacado toda la información que necesitaba.



-Nathan: (ya enfrente de Elyon pero habiendo apagado el fuego) No es tu culpa señorita, el fuego no es algo que se pueda controlar así como así,- dijo mientras guardaba una servilleta en el bolsillo del uniforme.

Ahí tienes mi autógrafo y mi numero de celda, y tranquila, me se de memoria el camino al juez, se oía su risa loca mientras se alejaba de la cafetería.



(Imaginaos como estaba el ambiente, poneros en situación. Un humano que invocaba fuego, de dos colores como en muchos libros, películas e incluso videojuegos, y todo esto en tu primer día de trabajo)



(Han pasado ya varias horas desde el incidente en la cafetería, Nathan recibió su castigo y fue llevado a la celda de aislamiento con sus respectivas medidas)



-Habitación de Elyon, 2:40 pm-

-Elyon: Joder joder y joder, me debí quedar como policía local en mi ciudad, aquí pasan muchas cosas raras y no puedo con ellas,- decía mientras daba vueltas en la cama cual croqueta.

Espero... espero que mañana ya se haya pasado todo, y él este a salvo.



(Elyon sacó un artículo bastante antiguo y arrugado de la mesa de noche pero aun se podía leer bien)



Año xxxx Dia 21 Mes Marzo

Incendios mortales arrebatan la vida a toda una compañía de simples funcionarios, entre ellos se encuentra Kevin Glados, cabeza de un grupo de graves criminales que llevaban años atormentando a la ciudad y habían dejado huérfanos a miles de niños. Se desconoce el paradero del presunto culpable y trabajador de dicha compañía Nathan Fireball, dado por loco tras la desaparición de sus dos hijos recién nacidos y su mujer Carmen Ghirós hará ya dos meses.

Arthur Cooldrick



-Elyon: Papá, Mamá...él hizo lo que yo no pude por ustedes...,- dice quedándose dormida con lágrimas saliendo de sus ojos y cayendo al artículo que guarda con fuerza.



La mañana se planteaba como siempre para Elyon: ducha antes del desayuno y rondas por las celdas. Elyon se levantó de la cama con mucho animo dispuesta a todo, se plantó frente al espejo y se arregló.

Debido al uniforme, no se distinguía de un hombre, además le obligaban a ocultar sus pechos para no incitar a los encarcelados. Desde muy joven Elyon estuvo bendecida con un cuerpo muy bien formado, ahora tapado por un uniforme militar marrón y una boina que esconde su larga melena rubia. Cabe mencionar lo que más resalta en ella, sus ojos cristalinos y su sonrisa sincera.

Ya vestida y preparada sale de su cuarto rumbo a la celda de aislamiento donde se encontraba Nathan, aquel hombre que encerraba tantos misterios a su alrededor y tan pocas respuestas.



-Celda de Aislamiento 8:00 am-



Un aire frío recorría toda la sala, sala donde se encontraba de rodillas y encadenado Nathan.

A oscuras, teniendo como única luz la procedente de la mirilla que se usaba para vigilar los movimientos del preso.

!Cambio de turno Oswald! -gritaba desde la lejanía.

-Elyon: Tomate un descanso y ve a por un café que lo necesitas,- dijo sonriendo.

-Oswald: Oh, muchas gracias cielo, lleva todo el tiempo calmado así que no tendrás problemas. En un par de horas vuelvo,- respondió mientras se iba y desaparecía por la oscuridad de la zona.

-Nathan: Señorita, tiempo sin vernos, ¿ya me echabas de menos? -dijo al verla mientras ríe con las pocas fuerzas que le quedan.



-Elyon: Cállate y come o no sobrevivirás, le responde mientras le pasa una bandeja con comida por la rendija de la puerta.

Elyon nunca se había fijado en Nathan pero le resultaba extraño, habían pasado muchos años y no había envejecido. Un pelo azul largo que le tapaba el ojo izquierdo, dichos ojos estaban vacios, como si hubiera perdido la esperanza, los sueños y el mañana.

Delgado debido al duro trabajo en la cárcel y al poco alimento que se daba en ella pero no perdía esa mirada de determinación que tanto le caracterizaba.

-Nathan: haz me una foto que te durará mas señorita,- le dijo con el tenedor en la boca.

-Elyon: Yo, esto... quería preguntarle el porqué de todo. ¿Por que esta aquí y por que hizo todo eso que cuentan?

-Nathan: Me dieron razones para hacerlo, no tengo ya nada que perder así que me da igual pudrirme aquí..., respondió bajando la mirada, perdida en un mar de recuerdos.

-Elyon: Nathan gracias, no podré agradecerte lo que hiciste por mis padres, tan solo... comete también el puré y ten cuidado que tiene tropezones, dijo yéndose y dejándolo solo con su comida.

-Nathan: Será estúpida, dijo mientras quemaba las cadenas. Peligra su cuello por mi, sonrie mientras coge la llave oculta en el puré. Es hora de seguir mi camino, dijo saliendo de la celda en busca del famoso Jeremy.



-Patio Trasero, 10:30 am.-

El patio trasero era la zona de trabajo común, donde los presos se dedicaban a picar y a trabajos forzados, otros intentaban escapar pero la verja electrificada y la gran cantidad de focos y vigilancia no lo ponían nada fácil.



-Grupo de matones: Te lo juramos Jeremy, "El Incinerador" te estaba buscando y no sabemos como quemó todo el comedor y dejó heridos a nuestros compañeros.

-Jeremy: !Dejaos de estupideces!, gritó. Nadie en su sano juicio se creería esa patraña así que contadme la verdad o callad mientras leo el periódico.

(Jeremy era el típico jefe matón que tenia trapiches con el carcelero, era el chivato, el "papa" de la cárcel)



!!Se ha escapado, reforzad las defensas y reunir a todos en el patio!!, se oía esos gritos por toda la cárcel pero nadie sabia de donde venía.

Mientras tanto una sombra desde fuera de la cárcel empezó a moverse con gran velocidad. !Es mi turno!, dijo mientras se colocaba bien el pelo rosado y se subía las mangas de la camisa.



-Nathan: Joder donde cojones se habrá metido,- decía mientras corría por los pasillos hasta llegar al patio.

!!Jojojo, premio gordo!!, exclamó al ver a Jeremy de espaldas a la pared frente a frente con él.

-Elyon: Detente Nathan, sube las manos y acércate a mi muy despacio, le dijo apuntándole desde detrás.

-Jeremy: Hoy no es tu día, nunca me cogerás, vas a acabar como toda tu familia, reía... MUERTO, grito y comenzó una risa enfermiza.



... Se hizo un silencio que solo dejaba escuchar esa odiosa risa...



-???: Tres mas cinco son ocho, y si una buena botella de vodka me dura media hora, aja aja... entonces es justamente aquí,- se oía desde lo más alto de la cárcel, desde una de las torres de vigilancia.

Se podía ver la figura de una jovencita, un largo pelo rosa fucsia se movía con la brisa del viento y un cinturón lleno de armas de todo tipo resonaba con la risa macabra que soltaba dicha mujer.



-???: (gritando) A ver... ¿quien de todos vosotros es Nathan Fireball?, preguntó sacando un bazooka y apuntando hacia el patio con un chupa-chups en la boca.

-Elyon: Lo que yo decía, me debí haber quedado en mi pueblo tan tranquila,-pensaba la pobre guardia.

El resto de presos estaban inmovilizados, mudos y temblando de miedo, claro está, excepto Nathan.



-Nathan: Vaya vaya, últimamente estoy rodeado de mujeres y todas tienen algún problema psicológico,- reía mirándola. Soy yo, Nathan Fireball, el que viste y calza señorita... Y ahora, dime al menos tu nombre ¿no?,- preguntaba acercándose a la torre.

-Leyna: Ivankov, Leyna Ivankov,- respondió cargando el bazooka para disparar.



-Nathan: Ivankov, me suena el apellido pero no caigo..., decia mirando al suelo pero cuando levanto la vista y vio que habia cargado el arma-!!ESPERA!!, gritó. No dispares pedazo de loca, añadió.



-Leyna: No me seas aburrido, son unos disparitos de nada, algo así como petardos, rió.

-Elyon: Nathan, he recogido tus cosas y las he llevado a mi coche, lo tengo aparcado a dos manzanas de aquí así que sígueme el rollo y escapemos de aquí, le susurró al oido acercandose a él.

-Nathan: ¿Vas a arriesgar tu trabajo y tu vida por mi?, le preguntó. Mira que eres estúpida, le dijo mientras le apretaba de los cachetes.

-Elyon: (sonrojada) Estúpido tu, ahora que tenemos a la loca esa de distracción, escapemos cuanto antes, le dijo.



-Leyna: !!Empecemos con la fiesta!!, dijo y al instante disparó el bazooka contra una pared. Vamos, el fueguecitos y la pistolitas, corred u os aniquilo, tenéis 2 minutos, dijo riendo.

-Nathan: A sus órdenes capitana, dijo mientras cogía de la mano a Elyon y comenzaba a correr.



Pequeñin tu te vienes con Papa de excursión, golpeó a Jeremy y lo dejó KO.

-Leyna: Si ocho mas ocho son dieciséis y tres están huyendo... ¿A cuantos aniquilare con el siguiente disparo?, volvió a disparar cuando la distancia que separaba a Nathan y al resto ya era bastante.



(Os informo que no se volvió a abrir mas esa cárcel, ahora hay allí un cráter bastante hondo y no hubo supervivientes)



Capitulo 2: El Bar

Nos encontramos en unos de los bares a los que la gente no se atreve a ir, en el que si lo visitas es por que, ya no aprecias la vida ni tienes ningún motivo para estar en ella.

El bar tiene un aire bastante pesado, en la mesa de billar un par de jóvenes se juegan la siguiente ronda y en la barra la camarera limpiando los vasos hasta poder ver su reflejo en ellos.

Una joven de tez blanca, con una amplia sonrisa y unos ojos oscuros. Morena con el pelo hasta los hombros, esta muchacha sería la ideal para cualquier hombre pero su único amor en este mundo, es el vodka.

Esta mujer era de armas tomar, toda pelea que sucedía en su bar, terminaba con la gente en el hospital. A su espalda miles y miles de botellas de todo tipo de bebidas alcohólicas, allí no había ni siquiera agua. El liquido que salia del grifo era whysky, plantearos el panorama.

Aparte de la mesa de billar, había dianas y varias mesas vacías a esta hora del día, pero lo que mas destacaba era el gran agujero en el techo que dejaba entrar un gran foco de luz.

-Leyna: !!Hermanitaaaaa!!, se oía a lo lejos y cada vez más cerca mientras temblaba todo el bar.

-Iona: Chicos agarraos que Leyna ha vuelto de su paseo, dijo mirando al agujero sin cesar su limpieza.

Del cielo cae a toda velocidad incrustándose en el suelo Leyna acompañada de Nathan y Elyon agarrados fuertemente a su cuello.

-Nathan: !Estas loca perdida!, grita alejándose. Podríamos habernos matado, existen puertas, a los locales se entran por las puertas, seguía diciendo alterado.

-Iona: Quejica, dijo en bajo tono mientras marcaba su rostro una sonrisa burlona.

-Elyon: ¿Donde estamos?, preguntó la joven ya mas calmada tras su viaje inesperado.

-Leyna: Estamos en el bar de Iona, Flor de Loto, respondió corriendo al lado de la camarera.

¿Me echaste de menos?, preguntaba mientras hundía su dedo índice en el moflete de la joven.

-Iona: No, y menos cuando cada vez que vuelves rompes el bar, señala tanto al techo como al agujero que se había formado a sus pies.

(El comportamiento de Leyna cambia mucho ante la presencia de Iona a la que tiene considerada su hermana, a veces mayor, a veces menor)

-Nathan: ¿Donde dejaste a Jeremy loca del bazooka?, preguntó

-Leyna: Esta en el sótano, lo deje ahí puedes ir cruzando esa puerta, respondió señalando una pequeña puerta detrás de la barra.

-Nathan: Muy bien, señorita vienes conmigo o ¿te quedas con la familia de locos?, preguntó a Elyon quien enseguida le siguió cruzando la puerta.



Eran ya las seis de la tarde, hora en la que normalmente llegaba gente al bar pero hoy el ambiente estaba muy tranquilo, no se sabia si era debido a la destrucción de la prisión o por alguna otra razón.

-Leyna: Augh! Parece que me herí cuando bajé desde tan alto, se quejaba a Iona.

-Iona: Toma, dijo dándole una botella de vodka y unos chupitos de tequila. Esto cura todo, siguió dejando el vaso en la estantería y dando prisas a los jugadores de billar para tener mas intimidad.

Los jugadores tan rápido vieron su mirada se largaron por la puerta sin mirar atrás.



(Cabe destacar que este dúo de "hermanas" era conocido mundialmente, la hermana mayor Leyna era la experta en asuntos de campo pero Iona era una espía de sumo cuidado. Su habilidad era magnifica tanto en la pelea como para sacar información a los demás)



-Iona: ¿A quiénes has traído esta vez? ¿Ladrones o asesinos? ¿Que tipo de criminal has traído para que ensucie mi bar?, preguntó mientras se bebía un par de chupitos de tequila.

-Leyna: La mujer trabajaba en la cárcel que aniquilé sin querer, no se nada de ella ni hay información en los archivos y él es Nathan Fireball, el hombre del momento, respondió seriamente a la pregunta.

-Iona: ¿Tienen alguna clase de importancia especial? Para mi siguen siendo simples criminales, dijo dándole otro trago al tequila.

-Leyna: Realmente no, no se nada de ellos ni hay nada en los archivos por eso me sorprende... ¿Que quieren ocultar? He visto que sabe usar magia o algo asi, y ella es bastante buena con las armas, son muchas cosas joder, respondió rascándose la cabeza.

-Iona: Por ahora solo podemos esperar y ver con nuestros propios ojos sus movimientos y entonces actuaremos, decía mientras limpiaba los vasos y guardaba las botellas. Ahora acompáñame para arreglar los estropicios que has hecho.

-Leyna: No tengo ganas hermana, destrocemos algo o hagamos una carrera con las motos, se quejaba poniendo pucheros para convencer a la dura camarera.

-Iona: !Ni hablar! Ya has causado demasiado, así que vamos sígueme, exclamó saliendo del bar.



-En el Sótano-



-Nathan: Jeremy, Jeremy, Jeremy, ¿listo para soltar toda la información?, dijo agachándose y sonriendo al atado.

-Jeremy: (Después de escupir en la cara a Nathan) No pienso decirte nada estúpido y tu eres una traidora, dijo señalando a Elyon. Vaya par se ha juntado, el asesino y la huérfana, me dais asco, expresó mientras volvía la cara.



-Elyon: No soy una traidora, desde un principio deteste mi oficio, solo quería encontrar respuestas, respondió a la ofensa.

El ambiente no era el perfecto pero allí se encontraban estos sujetos sin avanzar ni un poco en su meta. Lo único positivo es que buscan lo mismo: respuestas sobre su pasado.



-Nathan: A ver pequeñín, dime lo que sepas sobre esto o empiezo a quemarte poco a poco, le amenazó enseñándole una vieja carta de un joker.

-Jeremy: ¿Que pasa que aparte de asesino eres sordo? No pienso ayudarte en nada, respondió con cabezonería.

Nathan cambió su expresión totalmente y pidió a Elyon que se marchara del cuarto y no volviera escuchara lo que escuchara, Elyon así hizo.

-Nathan: Se que tienes información sobre el dueño de la carta y sobre lo que le pasó a mi familia, no quiero hacerte daño pero como no colabores lo haré. Así que se bueno y respondeme, dame pistas o nombres Jeremy, le dijo mirando le fija y seriamente.



-Jeremy: Si sabes eso, también sabes que si hablo no durare ni un dia fuera, me vendrán a buscar y me matarán, respondió.

-Nathan: (encendiendo su puño derecho) Los quemaré a todos, no dejaré a nadie libre y tu estas incluido así que respondeme Jeremy, gritó.

-Elyon: ¿Que estará pasando? No perderá la cabeza Nathan... ¿verdad? se preguntaba la pobre muchacha al escuchar tanto griterío



Al rato cesaron los gritos y empezó a salir mucho humo de la habitación, la puerta se abrió y salió Nathan, con la ropa chamuscada y rápidamente cerrando la puerta.

La cara de Nathan era un poema, nunca había visto hasta ahora esa expresión ni esa furia y rabia en sus ojos, estaban imbuidos en ese oscuro sentimiento llamado Odio y, todos sabíamos que no podíamos detener ya a ese padre.

-Elyon: Nathan, dime que no lo has matado, dime que sigue vivo... !Nathan!, no paraba de decir zarandeándole.



-Nathan: Fue su deseo, vivo o muerto sigue siendo un cobarde, no quería seguir viviendo sabiendo que iba a morir a manos de su jefe, le respondía mirando al suelo volviendo ya a su expresión normal.



Pasaron varios días, Nathan había estado yendo y viniendo, de aquí para allá pero no terminaba de mover ficha. Iona y Leyna seguían vigilando de cerca a los muchachos pero no encontraban nada raro en ellos (sin contar el hecho del cuerpo calcinado que encontraron en el sótano)



-Flor de Loto, 12:15-

El bar hoy estaba completamente lleno, no se cabía en él, mucha caja y muy buen ambiente. A Iona se la veía resplandeciente, sirviendo y recogiendo las ganancias pero, ¿a que mujer no le gusta el dinero?

Sofás, mesas y juegos estaban repletos de jóvenes alegres y llenos de energía.

En el lado derecho, justo al lado de la ventana se podía ver a un hombre hablando sólo, sin nadie alrededor y mirando por el cristal hacia la costa.

-Iona: Nathan echa a ese, esta creando mal ambiente, no tardes o cobras, y no precisamente dinero, ordenó la camarera.

-Nathan: ¿Por que tengo que obedecer a una amargada que pasa todo el tiempo bebiendo y hablando con el dinero?, pregunto saliendo vestido de camarero.

-Iona: Muy fácil, te doy de comer y donde caerte muerto. Y si no lo ves claro espera que te clave mis garras, que veras como lo ves claro como el agua, respondió con una sonrisa que intimidaría a la propia muerte.

-Nathan: (Un escalofrío recorrió todo su cuerpo y rápidamente se acercó al sujeto en cuestión) Perdone, si no esta tomando nada y no tiene nada que hacer... ¿le importaría marcharse sin causar alboroto?

-Lucca: Si, lo siento ya me voy, ¿me cobras tu? pregunto sacando dinero de la chaqueta.

-Nathan: Claro, y muchas gracias por todo, mi jefa es un monstruo, le susurró riendo.

(Menos mal que Nathan es duro, porque, os lo creáis o no, Iona le rompió una botella de cerveza en la cabeza desde el mostrador. Esa mujer no era normal)

-Lucca: ... Le- Le comprendo señor, tome se lo dejo en la mesa, hasta la próxima Nathan Fireball, salude a su familia de mi parte, dijo saliendo del bar.

Nathan rápidamente salio del local pero ya no había nadie en las cercanías, ni huellas ni vehículos por la calle. Cuando volvió a la mesa la vio, un billete de 5 euros y una carta de joker idéntica a la que encontró ese día, el día que empezaba todo.

jueves, 25 de octubre de 2012

Para ti, para él, para ella, para todos :D

En este texto quiero plasmar todo el amor que le tengo, aunque cara a cara no lo demuestre, a personas, mejor a dicho a Grandes Personas, que me rodean y que estan a mi lado en cualquier momento.
Gente tal como David, Nuria, Alex y el ya nombrado Andrés. Aunque hay mas gente que me ayuda dia a dia, estos seres me han ayudado tanto que... jaja da igual, que me emociono y todo. Solo queria deciros que, gracias por estar ahi dia a dia, minuto a minuto.
Algun dia os devolvere el favor :D


"Amigos verdaderos son los que vienen a compartir nuestra felicidad cuando se les ruega y nuestra desgracia sin ser llamados"


Pedro Garcia

lunes, 8 de octubre de 2012

El Tiempo y el Espacio


El tiempo y el espacio giran a mi alrededor formando bucles que me atrapan en su centro y no me dejan ni respirar. Constantemente veo como pasa el tiempo y como me voy quedando detrás, muy por detrás de los demás. El otro dia mismo, una muy buena amiga mia (y una muy buena escritora por cierto) me hablo de cosas suyas que solo le cuenta a sus amigas, que si que eso no es nada pero es que ya me e peleado con ella 9 veces xD.
Eso me anima a pegar un salto y acercarme a los demas, ella me trato como su amigo y yo se lo devuelvo dandole todo mi amor. Ella lo sabe ya y ahora os lo cuento a vosotros, mis lectores, me importa muchisimo ella y daria cualquier cosa por verla, simplemente, feliz.

El sabado fui al parque donde se juntan mis amigos y los que no, y me encontre a un chavalin que me caia super mal y yo a el, y.. me saludo se porto como un amigo mas. Esto demuestra que todos, queramos o no, crecemos por dentro y por fuera. Todo gira en torno al Tiempo y al Espacio.
Y hay muchas personas que por muchas cosas que pasen, me acompañan dia a dia en mi camino por ser libre. Algun dia alcanzare la meta y me pondre en el mismo escalon que todos :)


Ahora comienza mi nueva etapa: El Tiempo y El Espacio.


DarkAlunia/Pedro García





Ah por cierto HE VUELTO xD











miércoles, 28 de diciembre de 2011

Un sueño es un sueño

Los sueños vienen de la inconsciencia de cada uno. Por suerte mi inconsciencia es muy imaginativa. Hace tiempo soñé con un amor que nunca existió o con amistades que si existen pero no las hay. Un hombre me dijo que los escritores y los poetas deben tener una inconsciencia activa como la mía. En cambio los sueños son como la droga, te engancha y cuando te lo cortan te quedas KO. Cuando yo empece a escribir todo y cuando digo todo es todo, me lo sacaba de mis sueños. Estos sueños raros que yo solía tener. A veces me pregunto si no hay alguna manera de proyectar tus sueños y poder entrar en ellos, o sacar a personas de ese sueño a este mundo. Por mala suerte no la hay. Pero mirando la parte buena de esto, normalmente cuando sueño sueño que me caigo al vacío una y otra vez. Así que por lo menos aquí estoy con los pies en tierra. También aquí hay personas que en mi sueño no hay, personas con la que me río, me enfado y me peleo. Y estas personas son las mas tontas y estúpidas que hay en este mundo. Pero son mis tontos y mis estúpidos.

domingo, 18 de diciembre de 2011

ITL

Hoy os quiero hablar de un chico que ya he mencionado anteriormente. Este chico es uno de mis mejores amigos, muchas veces nos enfadamos por tonterías pero siempre siempre lo arreglamos con una típica charla absurda (mi especialidad). Hace mucho tiempo me empezo a relatar su "historia" y la verdad me parecio que su manera de ser era la mejor porque habia pasado por muchas "tragedias" y loas habia superado. Ahora mismo si miro atras el ha sido mi mayor apoyo en la calle, me ha escuchado lo poco que le he hablado de mi, me ha apoyado lo mas que ha podido y lo mas importante ha estado hay cuando lo necesite. Siempre intenta ayudar a la gente con sus problemas por que su manera de ser es asi. Siempre lo ves riendo o haciendo el gilipollas (su especialidad). El otro dia me enseño su blog y me habia escrito un pequeño texto sobre mi y mi vida. Pero tuvo un gran fallo (aparte de los de ortografia) solo hablo de las enfermedades, de mi insociabilidad y de lo que habia sufrio, no hablo de los momentos que hemos tenido, de las horas y horas riendonos de las tonterias que dice el mono, y de lo bien que me lo paso con el. GRACIAS ITL, gracias por haberme "otorgado" estos momentos tan divertidos. Espero de corazon que aunque no te muestre el cariño que tu ami, aunque no me lleve muy bien con la pija y los amigos de la pija nos arreglemos y podamos seguir riendonos del mono. Y como tu me pusiste una frase a mi en tu texto mierducho pues yo tambien te voy a poner una:
El pasado, el presente y el futuro giran alrededor de una sola faceta. La luna gira al rededor de La Tierra, las cosas giran y giran sobre los sucesos. Te deseo que el tiempo y los sucesos no cambien la faceta que todos amamos de ti: El buen Corazón
PD: Espero que dures mucho con la psicópata de tu novia y también espero que sepas pararle la risa demoníaca que le entra xD. De nuevo gracias. No te tomes esto como te lo tomas tu siempre todo emocionado enn esto solo ha sido por que me aburría que coste en acta, no porque te lo debía ni porque lo que dice el texto coño ha si que cuando lo leas y me veas no te pongas tipo abrazo y todo eso.

Mi Manera de Ser

Yo sigo una filosofía, una forma de vivir, mi manera de seguir viviendo. Esta filosofía mía es la siguiente...
Cuando me caigo, me levanto el doble de fuerte
Esta forma de pensar, vivir y actuar me ha ayudado durante toda mi vida. Cuando me operaron tenia dos opciones: dejar pasar todo lo que me esperaba o luchar, luchar y luchar por seguir avanzando. Yo como saben mis allegados escogí la segunda y aquí estoy siguiendo luchando por mi vida por mis seres queridos,amigos y por cumplir un sueño que tengo desde siempre. Gracias a mi filosofia he conseguido muchos objetivos que al principio vi imposible como llegar a bachillerato sin repetir, escribir una novela, conocer a personas con las que comparto gustos, pequeñas aventuras y mucha mucha felicidad. Gracias a esto he conocido a mis actuales amigos, uno de ellos es el mas cabezon que te puedas echar a la cara. Super cabezota y pesado, cuando menos te lo esperas te ataca con abrazos que te parten las costillas. A primera vista lo ves feliz pero ha pasado tambien por mucho y como yo comparte mi filosofia y se ha levantado mucho mas fuerte. Mcuhas gracias a todos los que me han ido apoyando dia tras dia, hora tras hora... MUCHAS GRACIAS.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Red de Pensamiento

Yo, por mi parte, como escritor he denominado Red de Pensamiento ha mi etapa actual. La he denominado así porque es ahora cuando estoy empezando a comprender que no todos piensan como yo, ni todos me comprenden (que manda ...... comprenderlo ahora) No todos comprenden mi mal ni mi sufrimiento No todos comprenden mi pensamiento y mi lógica No todos comprenden que para que yo funcione necesito que me den ese empujón. Para ser menos borde o mas sociable necesito un empujón por parte de los que yo considero amigos. Pero claro como he mencionado antes no todos pensamos igual.