martes, 14 de junio de 2016

Anexo: Personajes.

Una historia no es nada sin unos personajes. Personajes que le dan vida, que te transportan a miles de lugares y te llenan con una gran variedad de sentimientos e ideas que pueden hasta cambiar tu forma de ver las cosas que te suceden. Un libro, una historia no es mas que la llave que abre la puerta al siguiente mundo.

Por ello, aquí os iré poniendo tanto la descripción como parte de la historia de los personajes, su pasado, sus vivencias y sus razones para ser así. Esto facilitará conocerles, imaginarles e incluso reflejaros con ellos.

(Oh y recordad que muchos de los personajes estan basados en amigos o en personas que conozco, el resto son parte de mi)

Empezaremos con el italiano casanova Beppo:

Apariencia:

Conocido como Beppo, su nombre completo es Beppo D'Argento. Procedente de una pequeña ciudad comerciante de Ragusa (Sicilia). Es hijo único de la familia mafiosa de la ciudad, dirigida por el cabecilla Gusso D'Argento (39 años) del cual ya hablaremos. Grupo sanguíneo A+, cumplió sus 23 años el pasado 28 de Abril.

Su hobby, principalmente son los juegos de azar, aunque también es un cocinitas. Le encanta la comida extranjera, el mar y sobre todo la comida casera. Odia la inpuntualidad, los sitios nuevos y le ponen muy nervioso las mujeres. Aun pareciendo el típico malo, sabemos que tiene su corazoncillo y sus razones para serlo, pero si alguien esta en peligro sin motivos, no podrá quedarse de brazos cruzados.

Su apariencia es muy pulcra y detallada, lleva un sombrero blanco con una rosa. Su camisa blanca ajustada al cuerpo a juego con el sombrero y, en los hombros una chaqueta del mismo color con los botones de las mangas dorados. Unos pantalones blancos tersos y unos mocasines marrones terminan este conjunto. Añadir también que lleva una corbata fina roja carmesí, si seguimos bajando nos encontramos en el bolsillo izquierdo del pantalón, sobresaliendo, la cadena de un de reloj de bolsillo dorado. En sus manos un anillo plateado, con el símbolo de la familia, en el dedo corazón de su mano izquierda.

En su oreja derecha un pendiente, y en la izquierda los típicos tres pendientes dorados que aumentan su apariencia "malote"

Decir también que suele llevar siempre una cajetilla de cigarros, tabaco del barato por supuesto. En la cajetilla podemos ver la figura de un Koala agarrado a una rama, figuren ustedes el nombre de la marca.

Su tez oscura hace contraste con sus ropas, el peinado revuelto hace que sobresalga un poco su pelo por debajo del sombrero. Es alto, metro ochenta casi noventa y delgado con unas piernas bastantes largas.

Su sonrisa es indispensable en su rostro, si quieres saber si Beppo esta cerca tuya, solo debes oler el tabaco malo y escucharlo cantar: "Y así es, Beppo el conquistador..."

"Considero a Beppo un astrólogo, ya que no importa el tiempo que pase o el lugar en donde esté, nunca dejará de buscar a su estrella..."

Historia:

Calmado y sereno nació en el hospital de Ragusa. Sorprendió mucho a los médicos y enfermeras que estaban presentes pues después del primer llanto, no volvió a soltar una lagrima mas. Siempre sonriendo y con los ojos bien abiertos. Su niñez fue como la de todos, no se vio influenciada directamente por el "trabajo" de su padre pero si que tenia más caprichos que los demás. Con 9 años se metió en una pelea contra chicos de cursos superiores, los cuales estaban molestando a una gato callejero. La lucha se volvería a repetir años mas tarde pero esta vez por una dama. Los ayudantes de su padre le ayudaron pero, aun así, el orgullo de Beppo se vio altamente dañado por lo que desde ese momento decidió luchar sus propias batallas. Pasaron los años y Beppo se vio obligado a entrar en el trabajo familiar debido a la débil salud de su padre. Con 15 años ya sabia manejar todo tipo de armas y desenvolverse en el combate, no sucedía lo mismo en su vida amorosa. Huyo del altar 3 veces, las dos ultimas de la misma persona Jeanne Duval, la misma chica que salvó años atrás. Ella no consentía esa actitud por lo que le perseguía constantemente junto al resto de la ciudad. Debido a ello, Beppo pidió el traslado, o lo que es lo mismo, una misión al lugar mas lejano que su padre le pudiera dar. Gusso así hizo, encargándole que marchara a unos archipiélagos cerca de Malasia, una aldea al otro lado del monte Kinabalu. Parece ser que alli estaban haciendo trafico de personas, raptos y demás acciones no bien vistas. Su misión era colarse dentro y esperar al informador.

Sin pensarlo dos veces Beppo cogió sus cosas y se subió al avión que lo llevaría a su destino. El paisaje era precioso, el monte esta constituido por cuatro hábitat dependiendo de su altitud. El pueblo parecía sencillo y humilde, los aldeanos eran todos personas mayores, un poco hurañas y rechazaban a los extraños. Pasaron los días y la información se contrastó, cientos de vehículos llegaban a la ciudad cargados de personas, mayoritariamente niños de cualquier edad, incluso bebes. "¿Pero que coño están planeando?" ,- pensaba Beppo.

No se sabe exactamente el tiempo que tardó Beppo en ganarse su confianza pero por fin estaba dentro, tuvo que ver cosas horribles incluso colaborar en ellas lo que le convertiría en cómplice y le haría congelarse le el corazón hasta el punto de apenas tener sentimientos. Estaban marcando a los niños como ganado, dos bebes tenían una marca, una especie de tatuaje y ellos estaban intentando replicarlos en las demás personas pero sin apenas resultado. Pocos sobrevivían, morían de formas espantosas y crueles, los que sobrevivían, lo hacían durante poco tiempo y casi en estado vegetal. Parece ser que el tatuaje tenia poderes o era una especie de sello que mantenía encerrado algo o servia para otra cosa, todo este asunto era demasiado espinoso y lioso para Beppo, el cual por fin consiguió encontrarse con el informante.

Melannie Jones, una pueblerina que también colaboraba con el grupo de la misma forma que Beppo. Como pudo y para no verse implicada y poner en peligro a su hija (la cual había cogido cariño al italiano) le explico la situación:

"Hace unos años un magnate de los negocios llego a la isla para pasar sus vacaciones. Por ende se entero de la leyenda, de la mujer y la luna y del gran tesoro que había oculto. Compró al cura y al alcalde para que le informaran mejor y así descubrió el sello que están intentando copiar. En tierras lejanas, un hombre recibió un gran poder de un ser divino, siendo oscuro y puro a la vez. Dicho hombre también conocía la historia y quiso salvar lo poco humano que quedaba en la mujer y así hizo, rescatándola y formando una familia con ella. De esta pareja nacerían dos criaturitas rebosantes de poder, pero marcadas por el embrujo de la luna que aun persistía. Lamentablemente, tanto la mujer como sus hijos fueron raptados y convertidos en meros conejillos de indias. Ella murió ayer, y sus hijos son esos pobres bebes que antes has visto. El sello no puede ser copiado tal como así, y si se logra y no eres el recipiente adecuado, tu cuerpo se ira destruyendo poco a poco, así que por favor... ayúdanos. Creen que solo los pueblerinos pueden ser recipientes, no quiero que cojan a mi niña..."

Terminó el relato llorando en el pecho de Beppo, inmóvil temiendo por el destino de su hija.

Pasaron los días y, como toda historia trágica, Melannie, su marido y todos los que no colaboraron en el secuestro de los niños del pueblo fueron asesinados sin piedad, dejando a sus hijos en manos de estas bestias. A la noche, se iba a realizar otra sesión para intentar copiar el símbolo, apenas quedaban 2 niños sin contar a los bebes. Uno tenia mitad del símbolo mal dibujado y apenas tenia expresión en su cara, era serio y despreocupado como si no le importase el frío camino que estaba por alcanzar. A su lado, la hija de Melannie, de tez pálida pero de sonrisa resplandeciente.

Beppo no podía soportar esto, eran solo críos, críos por los que medio pueblo había luchado y sacrificado. Sus familias habían muerto o estaban buscándolos al otro lado del mar. Esa noche, debía actuar. El oscuro manto corrió por todo el cielo dejando solo unas pocas estrellas para alumbrar la noche. El ritual, por llamarlo de alguna forma, se realizaba en el monte, en una vieja iglesia que tenían como cobijo. Estaban todos allí reunidos, menos los altos cargos, sin contar a Beppo que había conseguido alcanzar grandes logros y afianzarse dentro de los hombres de confianza del magnate.

Cura: Lucca, levantate y ve al altar como siempre, hoy terminaremos tu tatuaje.-dijo con un tono frio y seco, como si aquello que la religión defendía lo hubiera perdido. Luego seguiremos con la niña, con Ar...,- antes de que pudiera terminar Beppo se adelantó abofeteando le.

Al ver Beppo la cara de sufrimiento del muchacho y la de miedo de la niña, esos ojos brillando en la noche como diciéndole: Sálvame. No pudo aguantar más, y de rápidos golpes con la culta del arma se libro de unos pocos. Una ráfaga de disparos recorrían toda la zona, quedando nada más que el cura, los 2 "jefes" de allí, Beppo y los niños.

!¿Quien me mandaría a mi hacerle caso y coger cariño a una mujer?¡.- decía guardando sus armas y corriendo hacia ellos con unos puños americanos. La lucha fue sensacional, y aunque recibió bastantes golpes y heridas consiguió vencerlos y quedarse a solas con el cura.

Cura: Demasiado tarde maldito traidor, ¿no era esto lo que defendias?,- dijo preparandose para implantar el tatuaje en la niña.

Pero, como en toda historia de héroes, nuestro italiano corrió para salvarla cogiéndola y poniéndola junto a su pecho recibiendo él el tatuaje en la nuca y el cura lo que se merecía, la muerte. Muerte no realizada por Beppo cabe decir, Lucca lo mató con una de las agujas que usaban para tatuar yéndose lentamente a otra parte.

Fue en ese instante cuando recordó las palabras de Melannie sobre los efectos del tatuaje, pero al ver la sonrisa mientras lloraba de la niña, recordó que todo héroe debe tener un motivo para luchar. De camino a casa tuvieron una charla en la que se podría decir que se estableció el nuevo destino...

-Aunque la transcripción sea correcta, leedlo con tono de niña y con los típicos impedimentos al hablar de vuestra niñez, sigue siendo una niña de apenas 5 años-

Niña: ¡Beppo estas herido estas sangrando¡,- decía entre lagrimas la joven.

Beppo: -exhausto- No seas idiota, esto no es nada. Además... ahora vamos a juego, yo con mi pecho rojo y tu con tu bufanda. Duerme que pronto llegaremos a casa.

Con suerte la niña pudo olvidar, con los años benideros, tal recuerdo y convertirse en una risueña muchacha.

Beppo llamó a su padre y le dijo que la misión tardaría un par de años más, había encontrado algo que proteger y por lo que luchar...

Decir también que los daños de la lucha habían dañado el monte, provocando unas fisuras que cuando soplaba el viento, hacia parecer el sonido de un pato.


Es el turno de nuestro ardiente compañero Nathan Fireball:

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